(LSN/InfoCatólica) Con respecto al documento de trabajo del Sínodo del Amazonas (Instrumentum Laboris), el cardenal alemán deja claro que esencialmente está eclipsando todos los documentos magistrales de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II en adelante, y se basa casi exclusivamente en citas de la V Conferencia General del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), celebrada en Aparecida (Brasil), en 2007. El purpurado denuncia una «ruptura espectacular con la tradición dogmáticamente vinculante».
Después de explicar la naturaleza de la fe católica como una religión basada en la revelación de Dios al hombre, Brandmüller señala que «surge la aterradora pregunta de si los protagonistas de este sínodo no están más preocupados por el intento de reemplazar en secreto la religión como la respuesta del hombre al llamado de su Creador, por una religión panteísta natural del hombre, es decir, por una nueva variante del modernismo de principios del siglo XX». Y el prelado alemán apela a las advertencias de la Sagrada Escritura sobre el fin de los tiempos, diciendo: «¡Es difícil no pensar en los textos escatológicos del Nuevo Testamento!»
El cardenal, reconocido experto en la historia de la Iglesia y uno de los cuatro que plantearon al Papa preguntas sobre el capítulo VIII de Amoris Laetitia, recalca que es Jesucristo quien «trae la Revelación final», la cual se puede encontrar en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición transmitida por «la comunidad de discípulos elegidos por Jesucristo, de la cual creció la Iglesia».
«Todo esto ha sucedido de una vez por todas y es universalmente válido con respecto al espacio y el tiempo». En este sentido, la idea de una «Iglesia amazónica» no es católica.
El purpurado alemán dice: «Pero esto implica, con respecto a nuestro problema concreto del 'Sínodo del Amazonas', que los hechos descritos anteriormente excluyen un concepto de religión que tiene algún tipo de límites geográficos o temporales. Pero una Iglesia amazónica es teológicamente impensable. Es la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica (y, por lo tanto, romana) a quien se le ha confiado la transmisión del Evangelio y la transmisión de la gracia de Cristo a todos los pueblos de todos los tiempos y a quien se le confía la luz y la fuerza del Espíritu de Dios. prometido para el cumplimiento de esta misión».
Brandmüller también observa: «El hecho de que este plan sea, por así decirlo, puesto en acción de manera 'encubierta', es decir, de manera oculta y secreta, es aún más inquietante. Sin embargo, el método practicado aquí sigue el modelo de 'Amoris Laetitia', donde el intento de cancelar la doctrina de la Iglesia se encuentra en la ya discutida nota al pie de página 351».
El prelado alemán finaliza su declaración con un llamado a los padres sinodales y al mismo Papa Francisco: «Ahora depende de los obispos reunidos del Sínodo del Amazonas, y finalmente del Papa Francisco, el que pueda suceder tal ruptura con la tradición constitutiva de la Iglesia. a pesar de las inevitables y dramáticas consecuencias».