(Asia News) Yao Shun, de 54 años, fue consagrado por Mons. Pablo Meng Qinglu de Hohhot. También co-consagraron Mons. Matías Du Jiang, de Bameng, Mons. José Li Jing, de Ningxia y Mons. Pablo Meng Ningyou de Taiyuan. Concelebraron más de 120 sacerdotes, muchos de ellos nacidos en la diócesis de Jijing, pero que actualmente prestan servicio en otras diócesis del país.
Esta es la primera ordenación episcopal tras el acuerdo provisorio firmado por la Santa Sede y China el 22 de septiembre de 2018. El acuerdo firmado en Pekín se centra precisamente en el nombramiento de obispos. Si bien su contenido no ha sido divulgado, varios expertos vaticanos afirman que con el acuerdo, China reconoce la necesidad de que un obispo sea nombrado por el pontífice. La ordenación de esta mañana podría ser fruto del mecanismo del acuerdo. Sin embargo, algunos obispos y fieles de China piensan que el nombramiento de Mons. fue realizado por el Papa mucho antes de la firma del acuerdo.
Mons. Yao nació en Ulanqab en 1965. Fue ordenado sacerdote en 1991, tras cursar estudios en el seminario nacional de Neijing. De 1994 a 1998 estudió en los Estados Unidos especializándose en liturgia y pasó un período en Jerusalén, dedicado a los estudios bíblicos.
En los años ‘90, enseñó en el seminario nacional y también se desempeñó como director espiritual. Trabajó asiduamente en la Comisión Litúrgica, que depende de la Asociación Patriótica y del Concilio de Obispos chinos: primero, fue secretario de la Comisión, entre 1998 y 2004; desde entonces, cubre el rol de director.
Su predecesor, Mons. Juan Liu Shigong, murió en el 2017. Desde esa fecha, la diócesis ha permanecido vacante.
La diócesis de Jining (Ulanqab) cuenta con cerca de 70.000 fieles, que son atendidos por 30 sacerdotes y 12 religiosas. El opúsculo de la ordenación del nuevo obispo cuenta que la diócesis se fundó en 1929 y que el santuario mariano es su corazón.
El lema elegido por el nuevo obispo es «Misericordes sicut pater» («Misericordiosos como el Padre», el lema del Jubileo del 2015-2016). Mons. Yao ha declarado que espera «que la Escritura -dijo- nos inspire, para tener más sabiduría, y que los sacramentos nos donen el alimento para la vida».