(Daniel Iglesias/Néstor Martínez/InfoCatólica) El domingo pasado (04/08/2019) se realizó en Uruguay una jornada de adhesión al recurso de referéndum contra la Ley Integral para Personas Trans, más conocida como Ley Trans. Dicha Ley, promulgada el 26/10/2018 y basada en la «perspectiva de género», define a la «persona trans» como «la persona que se autopercibe o expresa un género distinto al sexo que le fuera asignado al momento del nacimiento, o bien un género no encuadrado en la clasificación binaria masculino femenino, independientemente de su edad y de acuerdo a su desarrollo evolutivo psicosexual.»
Uno de los aspectos más controvertidos de la Ley Trans es que permite que menores de edad, incluso sin la anuencia de sus padres, cambien su nombre y sexo en documentos identificatorios para adecuarlos a su «identidad de género» autopercibida o deseada y reciban tratamientos de hormonización «para adecuar su cuerpo a su identidad de género». La autorización de los padres sólo se requiere para «intervenciones quirúrgicas genitales irreversibles».
La Ley Trans establece cupos para personas trans en los puestos de trabajo del sector público y en las becas y apoyos estudiantiles, concede el régimen de beneficios de la Ley de Inversiones a las empresas que incorporen personas trans a su plantilla de personal, y da a las personas trans que cumplan determinadas condiciones una compensación vitalicia de más de 12.000 pesos uruguayos por mes.
Por otra parte, la Ley Trans determina la financiación estatal de los tratamientos de hormonización y las intervenciones quirúrgicas requeridas para adecuar los cuerpos de las personas trans a su «identidad de género».
El 12/11/2018 el Diputado suplente Carlos Iafigliola fundó la Comisión Nacional Pro Derogación de la Ley Trans y lanzó una campaña de recolección de firmas, primer paso del proceso para interponer un recurso de referéndum contra la ley. Se debía recoger al menos 54.000 firmas (2 % de la cantidad de personas habilitadas para votar) en un plazo máximo de seis meses. Esa campaña fue exitosa: el 25/03/2019 la Comisión mencionada presentó ante la Corte Electoral las firmas de casi 70.000 ciudadanos. Después de validar las firmas necesarias, la Corte Electoral puso en marcha la segunda etapa del proceso, convocando para el 4 de agosto una jornada de adhesión o «pre-referéndum»: una instancia en la que, para que finalmente se convocara un referéndum, se necesitaba que votara al menos el 25 % de los ciudadanos habilitados para votar: o sea, un mínimo de unos 675.000 votos.
El pre-referéndum contra la Ley Trans del domingo pasado obtuvo casi 272.000 votos, un 10,1 % de los habilitados para votar. Por lo tanto, no habrá referéndum contra la Ley Trans.
Aunque gran parte de la prensa uruguaya ha presentado ese resultado como un fracaso, cabe destacar que los 272.000 votos del pre-referéndum se alcanzaron:
- en una votación no obligatoria;
- tras una campaña de tan sólo un mes (después de las elecciones internas del 30/06/2019);
- campaña en la que la Comisión Nacional Pro Derogación de la Ley Trans, debido a su falta de recursos económicos, no gastó un solo peso en publicidad;
- y en la que no contó con el apoyo de ningún partido político, ni siquiera del Partido Nacional, en cuya última elección interna Iafigliola fue uno de los cinco precandidatos a la Presidencia de la República y cuyos Senadores habían votado contra la Ley Trans de forma unánime en octubre de 2018.
Veamos algunos resultados de las referidas elecciones internas, que tampoco fueron obligatorias:
- Frente Amplio (la coalición de izquierda que gobierna desde 2005): 255.000 votos
- Partido Colorado (partido que gobernó el país durante 61 de los últimos 100 años): 181.000 votos.
- Luis Lacalle Pou (el precandidato presidencial más votado del Partido Nacional): 240.000 votos.
Por tanto, el pre-referéndum contra la Ley Trans fue más votado que el Frente Amplio, que el Partido Colorado y que el candidato presidencial electo del Partido Nacional, pese a que los precandidatos de esos tres grandes partidos políticos gastaron millones de dólares en publicidad en sus respectivas campañas electorales.
Sin negar, entonces, que la iniciativa no alcanzó la meta buscada, y que la particular índole de la legislación uruguaya hace que este recurso para derogar una ley sea en la práctica muy difícil de llevar a cabo, lo cual debería ser revisado en el futuro, y además, hace prohibitivo, entendemos, recurrir a él en adelante, pensamos que se puede interpretar este evento también como el más grande cuestionamiento que ha recibido hasta el presente la ideología de género en nuestro país.
En ese sentido adjuntamos dos mensajes que se ha hecho circular en las redes sociales una vez conocido el resultado de la votación: