(AsiaNews) Una muchacha cristiana de 14 años fue raptada, convertida al islam por la fuerza y obligada a casarse con un hombre musulmán; luego compareció delante del juez y firmó una declaración en la que sostiene haber actuado siendo plenamente libre. Por el contrario, según su padre y CLAAS (Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement), una organización inter-confesional que brinda apoyo legal gratuito a las víctimas de la intolerancia religiosa en el país, y que ayer denunció el caso, la joven «sufre amenazas de muerte».
La muchacha se llama Benish Imran y desapareció de su casa el 2 de julio, raptada por Waheed Ahmed, quien luego la obligó a renegar de la fe cristiana y a unirse en matrimonio con él. Al día siguiente, Imran Masih, el padre de la niña de 14 años, se presentó en la comisaría policial y radicó una denuncia contra personas desconocidas, sin saber qué había sido de su hija.
Pocos días después, la policía le informó que habían recibido el certificado de conversión y bodas de Benish, y que esta última habría de comparecer delante del magistrado del distrito de Lahore para registrar su declaración al día siguiente, el 12 de julio.
Además de Benish y de su marido, Waheed Ahmed, a aquella cita también se presentó el abogado de CLAAS, Nasir Anjum. Actuando en nombre del padre, el letrado decidió impugnar la boda. Frente a la mirada de todos, protesta la asociación, Benish declaró tener 19 años de edad, dijo que había abrazado la religión islámica y que se había casado con el cónyuge por su propia voluntad, de manera espontánea.
Por su parte, el letrado protestó diciendo que la edad declarada por la joven era falsa y mostró el verdadero certificado de nacimiento, que está fechado el 8 de octubre de 2005. Siendo menor de edad, el abogado subrayó que Benish no tendría que haberse casado, ni siquiera por su voluntad, ateniéndose a lo que marca la ley paquistaní. Luego pidió que su declaración no quedase registrada meramente de manera verbal; sin embargo, el juez no transcribió la orden dando la instrucción de que se registrase a la adolescente convertida.
Según la asociación, el hecho de que Benish haya declarado algo falso «es una práctica normal, porque las muchachas como ella ya viven con los raptores. Lo normal es que la familia de la niña reciba amenazas de muerte, de modo que no queda otra opción que decir delante del juez lo que el raptor quiere. Al mismo tiempo, apenas ven la ocasión, tratan de escapar».
Nasir Saeed, director del grupo, denuncia que «en los últimos meses, decenas de mujeres y adolescentes fueron secuestradas y convertidas al islam por la fuerza, y el número sigue creciendo». Luego resalta que los activistas cristianos e hindúes organizan manifestaciones para protestar contra el fenómeno de los secuestros e incluso durante la visita del premier Imran Khan a los Estados Unidos, esta semana, la diáspora pakistaní realizó un acampe similar. En todos los casos, agrega, «el gobierno no les presta atención». Por último, concluye: «El gobierno de Pakistán debe tomar la cuestión con la debida seriedad y adoptar todas las medidas necesarias para detener las conversiones de niñas cristianas e hindúes obtenidas con el uso de la fuerza».