(ACI) Un grupo de unos 70 católicos conformado por sacerdotes, religiosas y laicos fueron arrestados en un edificio del Capitolio de Estados Unidos, en Washington DC, mientras protestaban pacíficamente contra la crisis migratoria que enfrenta el país.
La manifestación que llevó por nombre «Día de Acción Católica» se realizó el jueves 18 julio en el Russell Senate Office Building y buscaba atraer la atención sobre la situación en la frontera sur de los Estados Unidos y, en particular, la detención de niños.
«Sentimos que era el momento de algo más importante y la necesidad de correr un mayor riesgo para acrecentar la conciencia de los católicos en todo el país», dijo la manifestante Maggie Conley a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- durante la protesta.
Conley, que trabaja con el equipo de justicia de la Congregación de las Hermanas de la Misericordia, explicó que le gustaría que la reforma migratoria se presentara como un tema provida, y expresó su esperanza de que los miembros católicos del Congreso y el Gobierno ofrezcan más testimonios públicos sobre enseñanza católica e inmigración.
«Es desafiante cuando no escuchamos (un llamado a la acción) desde el púlpito tan a menudo como queremos, y tan integrado como algunos de los rituales de nuestra fe», dijo Conley.
Las órdenes religiosas presentes incluían a las Hermanas de la Misericordia, Hermanas del Buen Socorro de Nuestra Señora Auxiliadora, Dominicas de la Congregación de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, jesuitas y a frailes franciscanos. También hubo varios hombres laicos que no parecían formar parte de ninguna orden.
Algunos miembros del grupo llevaban brazaletes amarillos y letreros con fotos de niños migrantes que fallecieron bajo la custodia de Estados Unidos, así como la fecha de su muerte. Durante la protesta, 5 personas se sentaron en el centro de la rotonda del edificio formando una cruz.
Entre los arrestados se encontraba la hermana Pat Murphy, de 90 años, miembro de las Hermanas de la Misericordia. La hermana Pat ha trabajado en inmigración y defensa de migrantes y durante más de una década ha realizado vigilias de oración semanales fuera de las oficinas de Inmigración y Control de Aduanas, en Chicago.
La hermana Judith Frikker, de las Hermanas de la Misericordia, si bien no fue arrestada, participó para solidarizarse con sus hermanas «y, lo que es más importante, con los inmigrantes». En entrevista con CNA dijo que «los inmigrantes, los detenidos, sus familias, especialmente los niños, están siendo tratados de una manera que viola sus derechos humanos».
La hermana Judith cree que la crisis en la frontera sur no se trata de la inmigración en sí, sino de cómo se recibe a los inmigrantes en el país cuando intentan entrar.
«La crisis no son las personas que entran, la crisis es lo que les está sucediendo a las personas cuando intentan ingresar. Buscan vivir con dignidad. Muchas personas están buscando asilo y sus derechos están siendo negados. Tenemos que actuar contra eso», indicó.
La hermana Judith aboga por opciones de políticas que aborden inmigración, procesamiento de asilo y detención en la frontera que no requieran cambios en la infraestructura.
«En lugar de construir un muro, mejoraría nuestro sistema judicial de una manera que permita el procesamiento de los inmigrantes y cada caso de asilo, para que pudieran ingresar», dijo.
Katie Murphy, residente local y católica, dijo que asistía al evento ante la «preocupación por los niños, y también por el carácter de nuestra nación, el alma de nuestra nación».
«Siento que la forma en que tratamos a los más vulnerables es quiénes somos, es como nuestro personaje. Estoy profundamente triste y angustiada por lo que está haciendo nuestra nación. Tenemos una crisis en la frontera y debemos enfrentarla de una manera que dignifique los valores que defendemos», afirmó.
La manifestación ocurrió pocos días después de que el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (UCSSB), Cardenal Daniel DiNardo, denunció públicamente la acción Gobierno de Donald Trump contra los inmigrantes indocumentados, como las redadas, así como la limitación de asilo para quienes lo soliciten.
El martes 16 de julio, el Cardenal DiNardo emitió una declaración en respuesta al clima de temor creado por las acciones generales de inmigración anunciadas por el Departamento de Seguridad Nacional y la nueva Regla Final Provisional de la Administración para limitar drásticamente el asilo.
«Las acciones de cumplimiento como las anticipadas esta semana por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas separan a las familias, causan el sufrimiento inaceptable de miles de niños y sus padres y crean un pánico generalizado en nuestras comunidades», subrayó el Cardenal.
«Condeno este enfoque, que ha creado un clima de temor en nuestras parroquias y comunidades en todo el país. Hace poco le escribí al presidente pidiéndole que reconsiderara esta acción», agregó.
Según informa CNN, el Gobierno de Trump presentó una regulación este lunes 15 de julio que podría limitar drásticamente la capacidad de los migrantes centroamericanos para solicitar asilo si ingresan a Estados Unidos por México, según un documento de los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional.
Esta regla prohibiría a los migrantes que han residido en un tercer país solicitar asilo en Estados Unidos. Por lo tanto, impediría que los migrantes que pasan por México puedan pedir asilo.
El Gobierno también anunció una serie de redadas para arrestar inmigrantes indocumentados en ciudades como Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco, para luego deportarlos.