(DesdelaFe/InfoCatólica) Ante la polémica generada por algunas iglesias cristianas y evangélicas que se han ofrecido a distribuir entre sus fieles la Cartilla Moral del escritor y diplomático Alfonso Reyes, promovida desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Iglesia católica ha expresado su postura a través de diferentes voces.
El Evangelio es el compendio de la moral católica
Así, el sacerdote Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, afirmó que el Evangelio compendia cualquier tipo de cartilla moral. «Nosotros tenemos muy claro que nuestro código de ética y nuestra ‘cartilla moral’ es el Evangelio».
En conferencia de prensa ante medios locales, Priego Rivera consideró que la Cartilla Moral que promueve el gobierno federal puede servirle a personas que no tienen ninguna religión y necesitan un código de ética, «pero en la Iglesia católica, desde hace 2000 años, tenemos este código, y no lo vamos a dejar».
«Yo veo bien que el gobierno se preocupe por fomentar los valores; sin embargo, la Iglesia ayudará en lo que pueda, pero siempre teniendo presente que nuestra ‘cartilla moral’ es el Evangelio. Si nos regalan el otro, por supuesto que lo recibiremos y lo leeremos, pero no lo cambiamos ni lo sustituimos», apuntó.
La prioridad de la Iglesia católica es evangelizar
En entrevista para Desde la fe, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Alfonso Miranda Guardiola, aseguró que la prioridad para la Iglesia católica es la evangelización, y en ello se están enfocando «nuestra vida, entrega, pasión, energía, recursos y fuerzas».
El secretario general de la CEM consideró que el país jamás podrá caminar bien si no participan todos los actores: sociedad civil, gobierno e Iglesias. «En la Iglesia católica –dijo– tenemos una conciencia clara de la necesidad de participar, aportando todo lo que tenemos en doctrina, fe y recursos pastorales por el bien de México, pero también en el tema tan ansiado, tan anhelado, de la construcción de paz; no podemos dejar de aportar en la construcción de paz que tanto necesita México, por tantas muertes, tanta violencia y tantos desaparecidos.»
En este sentido, Miranda Guardiola consideró que la familia es clave: «Los papás tienen la libertad de elegir la educación de los hijos y de inculcar los valores esenciales familiares para la formación y madurez de los hijos. Ahí cada papá y cada mamá tiene una irrenunciable e irremplazable responsabilidad que tiene que cumplir con toda el alma y toda la mente. La Iglesia promueve toda esa formación, acompañamiento y enseñanza de los valores», concluyó.
Editorial Desde la fe
Jóvenes asaltantes, niños que se drogan, padres que abandonan, familias que se rompen, funcionarios que son corruptos, empleados que mienten, sociedades sumergidas en el egoísmo y en los vicios.
El panorama que vive México no es sencillo, y menos cuando parece más fácil replicar acciones y esquemas al margen de la ley y los valores, que enfrentar al mal con principios sólidos de ética y moralidad.
En días pasados comenzó la distribución de una Cartilla Moral entre los habitantes del país, un texto recuperado de los años cincuenta, escrito por Alfonso Reyes, en el que se invita a los ciudadanos a dialogar con sus familias acerca de la moral, la ética y los valores que necesitamos para construir una sociedad mejor.
La preocupación gubernamental por fortalecer los valores en la familia y la ética en el campo laboral sin duda es positiva, pero la tarea primordial de todo gobernante es el establecimiento auténtico y estable de un Estado de Derecho.
El fomento de valores y la promoción ética debe reconocerse y alentarse como tarea principal de los padres de familia, y de las instituciones o grupos que ayudan en su responsabilidad. Al hacerlo desde una instancia de gobierno se corre el peligro de la banalización y puede tomar el derrotero de la demagogia.
La creación o manejo de documentos con nombres llamativos, ocupando palabras que después serán devaluadas o manipuladas, o que sean utilizadas para justificar una política pasajera, sólo conducirá a quitarles importancia y peso: terminarán desechadas de nuestro diccionario familiar o usadas sin propósito real. Cuidado, entonces, con el uso de la palabra «moral», y más cuando a las vistas es anticipo de otro documento que recibirá el nombre de Constitución Moral.
La Iglesia católica no tiene como tarea evaluar, validar o descalificar este tipo de caminos; pero al ser parte de esta sociedad, tiene como misión hacer valer su aportación como agente social y ubicar en sus dimensiones y alcances los valores y principios que propone.
Junto con el valor fundamental de la vida –sin ella no tiene cabida ningún otro derecho– la Iglesia sigue afirmando el papel básico de la familia como formadora de personas, como escuela de virtudes, como santuario de la vida, donde se encuentran los elementos necesarios para desarrollarse e integrarse a la sociedad y la cultura.
Si nuestro gobierno quiere alentar una Cartilla Moral, bien haría en seguir respaldando la institución familiar natural, debidamente constituida, pues ningún otro ambiente sería más propicio y eficaz para que el ciudadano adquiera los valores que le acompañen de por vida. Imaginar que con un texto típico se solucionen nuestros problemas éticos, sería como mostrarle una receta al enfermo esperando –sólo con eso– su pronta curación.
Qué es la «Cartilla Moral»
Escrita por el mexicano Alfonso Reyes en el año 1944, a solicitud del entonces secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, la «Cartilla Moral» incluye preceptos morales que tiene que ver con el amor a la naturaleza, a la Patria.
El documento que se entrega desde principios de año incluye una presentación que fue escrita por López Obrador, quien aseguró que es un documento para promover una forma de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la Patria y a la humanidad.
Esta versión que entrega el gobierno federal es parte de los materiales seleccionados para los Programas Emergentes de Actualización del Maestro y Reformulación de Contenidos y Materiales Educativos, pero también se hará llegar a la población a través de integrantes de iglesias evangélicas quienes repartirán ejemplares de manera gratuita en eventos masivos y casa por casa.