(Gaudium Press) Mons. José Advíncula, Arzobispo de Capiz, Filipinas, ha escrito una Carta Pastoral en la cual motiva a los miembros de la Iglesia y a la sociedad en general a trabajar para prevenir activamente el suicidio. La iniciativa del prelado se originó en el aumento de las tasas de suicidio en su territorio, especialmente entre los más jóvenes.
«Como Iglesia, estamos llamados a cultivar la cultura de la presencia», exhortó el prelado, «estar presente con cualquiera, dejar que sientan que estamos con ellos, especialmente cuando están agobiados». El Arzobispo pidió orar y confiar a las víctimas de suicidio a la misericordia de Dios y promover el apoyo a nivel familiar, escolar y social para prevenir los casos.
De igual manera, recomendó a las familias mejorar la comunicación y estar al tanto de las necesidades de sus miembros: «Encontremos tiempo para compartir historias con nuestros familiares y amigos, para encontrar tiempo para escucharlos y así saber si están pasando por un período de estrés». También recordó que la Iglesia cuenta con la disponibilidad de ofrecer orientación moral y espiritual a quienes se consideran en una situación desesperada.
«Animo a las personas que están agobiadas con problemas a hablar con su sacerdote o con alguien en quien confíe para descargar su carga y buscar consejo», propuso el prelado. Mons. Advíncula recordó que muchas personas que cometen suicidio padecen graves sufrimientos que podrían emanar de problemas en la familia, la escuela o sus relaciones personales. Al igual, un elevado número de suicidas padece enfermedades mentales no diagnosticadas o tratadas insuficientemente.
Con información de CBCP News y Manila Bulletin.