(Agencias/InfoCatólica) El Beato Cardenal John Henry Newman, Fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra y pieza esencial del catolicismo, será proclamado santo el domingo 13 de octubre de 2019.
Cuatro santas más
Además, junto al purpurado británico, también serán proclamados santos
- la Beata Giuseppina Vannini, Fundadora de las Hijas de San Camilo;
- la Beata María Teresa Chiramel Mankidiyan, Fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia;
- la Beata Dulce Lopes Pontes, de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios; y
- la Beata Margarita Bays, vírgen de la Tercera Orden de San Francisco de Asís.
El Papa Francisco decretó la fecha en la que estos Beatos serán inscritos en el libro de los santos en el curso del Consistorio Ordinario Público para la Canonización de los Beatos, que se celebró en el Vaticano este lunes 1 de julio.
San ¿Cardenal? Newman
El milagro por el que avanzó la causa de canonización de Newman es la curación de una mujer embarazada. La mujer era abogada y ejercía en la Arquidiócesis de Chicago. Sufría una hemorragia interna incurable de la que consiguió curarse después de pedir la intercesión del Beato John Henry Newman.
Newman nació en Londres el 21 de febrero de 1801. Su padre era banquero y su madre pertenecía a una familia de fabricantes de papel. El 1816 el banco de su padre quebró por las guerras napoleónicas y el joven Newman contrajo una grave enfermedad, que luego calificaría como providencial. Tiempo después asumió una posición religiosa protestante y llegó a decir que el Papa era el anticristo. En 1824 fue ordenado sacerdote de la Iglesia Anglicana, en la que sirvió durante años como párroco de St. Clement en Oxford.
A finales de 1827 sufrió una especie de colapso nervioso, provocado por el exceso de trabajo y los problemas económicos de la familia, a lo que se sumó la muerte repentina de su hermana menor. Poco después, en las vacaciones de 1828, empezó a leer las obras de los Padres de la Iglesia.
Entró en el Movimiento de Oxford, que trataba de demostrar que la Iglesia Anglicana descendía de los apóstoles. Esto le hizo reflexionar sobre la Iglesia Católica y asumir una postura cada vez más cercana a la comunión con Roma.
En 1842 se retiró a la localidad de Littlemore, donde vivió como un austero monje junto a un pequeño grupo de seguidores. En 1843 se retractó formalmente de sus afirmaciones contra la Iglesia Católica. En septiembre de ese mismo año predicó su último sermón como anglicano. Dos años más tarde, en 1845, se convirtió al catolicismo. Fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica el 1 de junio de 1847 en Roma. Fundó los Oratorios de San Felipe Neri y fue creado cardenal el 15 de mayo de 1879 aunque no era obispo. Murió el 11 de agosto de 1880.