(Gaudium Press) El evento, que congregó a 130 participantes procedentes de 22 países que representaban a 39 familias eclesiales o nuevas formas de vida consagrada, tuvo lugar del 13 al 15 de junio en la Casa romana de vacaciones Enrico De Ossò.
Según detallaron los organizadores del encuentro a través de un comunicado, el evento se propuso reflexionar sobre la consagración y los estados de vida en las Nuevas Formas de Vida Consagrada. Su objetivo fue «reunir institutos y asociaciones de derecho pontificio y diocesanos, ya aprobados como forma de vida consagrada», o que están en proceso de ser aprobados, «para profundizar en las características comunes de estos nuevos carismas».
Asimismo, se buscó ofrecer una reflexión a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica con el propósito de profundizar en la dimensión de la identidad del as Nuevas Formas de Vida Consagrada.
El encuentro se desarrolló a través de diversas conferencias, la primera fue impartida por Lourdes Grosso García, misionera idente y directora del Secretariado de la Comisión para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española, quien es además consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Ella profundizó sobre la Consagración en el marco evangélico.
Mientras tanto, el Padre Friedrich Bechina, perteneciente a la Familia Espiritual La Obra y Subsecretario de la Congregación para la Educación Católica, habló sobre «Nuevas formas y familias eclesiales».
Entre los ponentes también estuvo el Padre Rodrigo Carrizo, presidente de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, quien afirmó que las Nuevas Formas de Vida Consagrada son un camino en construcción que se está abriendo para las que vendrán en el futuro.
Igualmente, Padre Jesús Fernández, presidente del Instituto Id de Cristo Redentor misioneras y misioneros identes, en el saludo inicial del encuentro señaló que lo que distingue a los consgrados es la aspiración a la unión mística y a la santidad. Por eso no dudó en afirmar que la Vida Consagrada debe tener autoridad moral para que sea fermento de santidad.
La sesión conclusiva del encuentro corrió por cuenta de Mons. José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, quien previamente compartió con los participantes y escuchó las conclusiones de los diferentes grupos de trabajo.
De acuerdo con el Secretario de la Congregación vaticana, la diversidad carismática reflejada por las familias eclesiales participantes es muestra de que «el Espíritu no se repite, es creativo». Por esta razón animó a las Nuevas Formas de Vida Consagrada a mantener su rica diversidad.
También enumeró algunos aspectos que cada realidad eclesial debe tener en cuenta, estos son: el marco jurídico, la comunión eclesial, la relación con los fundadores y fundadoras, el sentido de servicio de la autoridad, la noción de consagración y la importancia de la formación.
Las nuevas formas de vida consagrada, que nacieron en el marco del Concilio Vaticano II comparten varios elementos comunes, como el acoger los distintos estados de vida consagrada e intentar responder a los desafíos que trae la nueva evangelización.