(CNA/InfoCatólica) Joe Biden representó una posición moderada sobre el aborto en el partido demócrata. En los años inmediatamente posteriores a la sentencia del caso Roe v. Wade por parte de la Corte Suprema, que legalizó el aborto en los EE. UU., el entonces senador Biden criticó la ley.
«Cuando se trata de temas como el aborto, la amnistía y el ácido, soy tan liberal como su abuela», dijo en 1974. «No me gusta la decisión de la Corte Suprema sobre el aborto. Creo que fue demasiado lejos».
Biden fue uno de los legisladores, algunos de ellos demócratas, que asistieron a las primeras marchas pro-vida en Washington, DC, pero a medida que su partido avanzaba hacia posiciones extremas respecto al aborto, también lo hizo Biden.
Hace un mes anunció que defendería «si es necesario» las leyes federales que limitan la financiación con dinero público de los abortos en contra de las leyes de algunos estados a favor de dicha financación, lo cual le valió recibir las críticas de otros miembros del partido. Tras dichas críticas Biden anunció que ya no apoyaba la Enmienda Hyde, que prohíbe el uso de fondos federales para abortos excepto en caso de violación, incesto y cuando peligra la vida de la madre.
Ante semejante proceder Mons. Charles Chaput, arzobispo de Filadelfia ha criticado en su carta semanal a Biden, que se declara católico, por haberse inclinado a la política partidista en lugar de defender sus creencias religiosas.
«El niño por nacer importa exactamente cero en el cálculo de poder para los líderes del Partido Demócrata, y el derecho al aborto, en su día descrito como una necesidad trágica, ahora es un tipo perverso de sacramento sagrado», asevera Mons. Chaput.
El prelado recuerda una intervención suya en la Universidad de Notre Dame en octubre de 2016, solo unas pocas semanas antes de las elecciones que parecían que iban a llevar a la Casa Blanca a Hillary Clinton:
«Dije que unos pocos de nosotros, los católicos estadounidenses, nos hemos abierto camino hacia un tipo de liderazgo que el resto del país envidia y se lo toma a mal. Y el precio de nuestra entrada ha sido transferir nuestras lealtades y convicciones reales de la Iglesia de nuestro bautismo a la nueva "Iglesia" de nuestras ambiciones y apetitos. Personas como Nancy Pelosi, Anthony Kennedy, Joe Biden y Tim Kaine no son anomalías. Son parte de una gran multitud que abarca todas las profesiones y los dos partidos políticos más importantes».
Tras recordar que «apostasía» es una palabra interesante, y que Benedicto XVI denunció la «apostasía silenciosa»,el arzobispo de Filadelfia asegura que dicha palabra ha de ser tenida en cuenta cuando se observa que Joe Biden oficia un matrimonio civil entre homosexuales y el senador Tim Kaine nos da lecciones sobre cómo debe cambiar la Iglesia y en qué debe convertirse.
El arzobispo recuerda una escena de la película sobre Santo Tomás Moro, «Un hombre para la eternidad»:
«Hay un comentario de Tomás Moro en la película «Un hombre para la eternidad» que vale la pena recordar en los próximos meses: "Cuando los hombres de estado abandonan su propia conciencia privada a causa de sus deberes públicos, llevan a su país por un camino corto hacia el caos"»