(THE CATHOLIC WORLD REPORT) 3 obispos expresaron su oposición a una ley que ampliaría la legalización del aborto en el estado de Hidalgo en México.
En un mensaje de video, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo pidieron a los legisladores que desecharan la ley y alentaron a los ciudadanos a presionar a los legisladores para que voten «a favor de la vida».
La ley que busca reformar el Código Penal de Hidalgo, fue presentada el 21 de marzo por los representantes Areli Miranda del Partido de la Revolución Democrática y Viridiana Aceves del Partido de Encuentro Social, junto con más de una docena de representantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
En la propuesta legislativa, los representantes afirman que «el embrión no puede ser considerado una persona o un ser humano antes de que se concluya el primer trimestre de embarazo».
Actualmente, el aborto se despenaliza en Hidalgo en casos de violación hasta 90 días desde la concepción y en casos de grave peligro para la salud de la madre o «deformidades genéticas o congénitas graves» en el embrión.
La ley busca despenalizar el aborto durante el primer trimestre del embarazo. Además, la ley permitiría abortar hasta 6 meses de embarazo para menores de edad, personas discapacitadas y en casos de violación.
El obispo Juan Pedro Juárez Meléndez de Tula destacó que «la vida es un derecho fundamental e inalienable y es la base de todos los derechos humanos».
A medida que se acerca el día para aprobar o no aprobar la ley, legalizar o no legalizar el aborto, le pedimos con respeto y esperanza a los ciudadanos miembros de la legislatura que voten a favor de la vida.
«El aborto no tiene justificación», dijo Juárez. Lamentó que «durante más de 40 años, las ideologías y las grandes corporaciones han asediado a la vida y a la familia».
El obispo alentó a los sacerdotes en Hidalgo a «intensificar la evangelización y la catequesis en favor de la vida y en favor de la familia. En lo que hacemos o no hacemos, estamos jugando con el futuro de nuestro Hidalgo y el futuro de nuestro México».
El arzobispo Domingo Díaz Martínez, de Tulancingo, le dijo al gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, que la expansión del aborto no servirá para el bien común.
«El aborto es un problema, no una solución», dijo. «Defender la vida es la base para promover el bien común».
El obispo José Hiraís Acosta Beltrán, de Huejutla, argumentó que «la gente de Hidalgo no está pidiendo esta ley, no necesita esta ley y no merece esta ley».
Pidió a los fieles que se pusieran en contacto con sus representantes electos y les pidieran que apoyen la vida.
También les pidió que oraran para que los legisladores votaran «a favor de la vida; El derecho de voluntad de la madre no puede ser usado en contra del derecho del niño a la vida».