(CNA/InfoCatólica) Según informa The Guardian, los asistentes a las Misas tuvieron que pasar por medidas de seguridad, incluidos registros de todo el cuerpo, controles de identidad y patrullas callejeras por parte de las fuerzas militares y policiales. En las puertas de las iglesias, los voluntarios vigilaban a las personas sospechosas.
Previamente las iglesias habían permanecido cerradas ante el temor a nuevos atentados.
La semana pasada, el presidente Maithripala Sirisena aseguró a Associated Press que «el 99%» de los sospechosos relacionados con los atentados con bombas fueron arrestados y que se había incautado material explosivo.
Los pastores y resto de responsables de la iglesia están considerando reabrir las escuelas católicas hoy martes.