(Efe) En su carta pastoral del domingo, titulada «La participación de los cristianos en la vida política», el arzobispo también lamenta que «en Cataluña todo se complica aún más, y parece que cuesta cambiar el rumbo de la confrontación y encaminarnos hacia el diálogo real y la participación de todas las sensibilidades en el bien común que nos debe unir en proyectos de justicia, de servicio, de solidaridad y de paz social».
«En estos meses de abril y mayo los ciudadanos de nuestro obispado de Urgell estamos llamados a emitir nuestro voto, en muchas elecciones de participación política», escribe Vives, que recuerda que sus feligreses ya han votado en las elecciones al Parlamento del Principado de Andorra (7 de abril) y a las Cortes Españolas el pasado domingo (28 de abril).
«Y pronto, el 26 de mayo, tendremos las elecciones municipales a los ayuntamientos y al Conselh Generau d'Aran, así como el Parlamento Europeo, que parece lejos pero que luego tiene mucha importancia para la legislación de las naciones que formamos la Unión Europea».
Según el arzobispo, «podríamos cansarnos de tantos procesos electorales, es cierto, y abandonar nuestras responsabilidades de ciudadanos en una abstención 'indiferente' a las necesidades. La plaga de la indiferencia, de la que habla el papa Francisco».
Ante esta posibilidad, el prelado anima a «informarse bien, a no votar solo por emotividad o atendiendo a polémicas llamativas, sino después de reflexionar y buscando las personas más valiosas y los programas que mejor aporten compromiso hacia nuestros valores cristianos. O por lo menos, los menos contrapuestos».
«Ya sé que no es fácil, y estamos escarmentados. La política actual, según muchos analistas, se ha hecho odiosa porque vive a golpe de tuits, de populismo, de sentimientos, y no es éste el camino», añade el arzobispo, que considera que «la política también es caridad».