(InfoCatólica) Con un breve y contundente comunicado los obispos panameños invitan y orientan a los panameños frente a las elecciones que tendrán lugar el 5 de mayo.
Además de animar a participar en el proceso, y hacer un llamamiento a la ética y trasparencia de la campaña los obispos, que no señalan a ningún candidato particular alientan a tener en cuenta dos aspectos en la elección:
- Compromiso del político en sacar la miseria material y espiritual a tantas mujeres, hombres, niños, adultos y ancianos
- Afrontar, con claridad y determinación, la colonización ideológica de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano.
Unos principios éticos –los principios no negociables de Benedicto XVI-- que detallan para que no queden dudas:
Siguiendo la enseñanza de la Iglesia, apoyemos con nuestro voto a quienes
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defiendan la dignidad de la persona,
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la vida en todas sus etapas;
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la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer;
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el derecho primario de los padres en la educación de sus hijos;
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la libertad religiosa;
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y las instituciones democráticas.
«RESUCITAR PANAMA», mensaje del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP)
¡Cristo ha Resucitado, verdaderamente ha Resucitado! Está vivo entre nosotros y permanecerá entre nosotros hasta el fin de los tiempos. ¡Tenemos un nuevo comienzo! Su misericordia es liberación y salvación para cada uno de nosotros.
En Panamá, la Pascua en el 2019, la vivimos en un tiempo de elecciones, lo que es un signo esperanzador, porque nos invita de manera especial a los panameños hacer visible nuestro compromiso cristiano de renovar nuestro Istmo, a través de un primer paso, como es la de elegir consciente y responsablemente a las nuevas autoridades que dirigirán a nuestro país.
Como ciudadanos y pastores, proponemos a los católicos y personas de buena voluntad los siguientes criterios para emitir un voto responsable, libre y consciente:
- Seamos parte del proceso electoral. El voto es un derecho inalienable y un deber fundamental. Nadie debería privarse de votar. Todos los ciudadanos deben involucrarse en la política con la participación en el debate democrático y analizar con seriedad y responsabilidad, las propuestas electorales.
- Reforcemos el comportamiento ético. Es inmoral e ilegal comprar y vender votos; como votar por regalías. Podemos acabar con la corrupción, si rechazamos estas prácticas.
- Demandemos campañas transparentes y de propuestas. El país necesita respeto, diálogo y creatividad política, con propuestas basadas en el bien común y en el respeto a la dignidad de persona. Hay que respetar la opción electoral, evitando toda polarización entre los ciudadanos.
- Examinemos la trayectoria y propuestas de los candidatos. Considerar su capacidad de ejecución de su plan político y en poner en marcha soluciones de fondo a los graves problemas del país. Determinar su compromiso en sacar la miseria material y espiritual a tantas mujeres, hombres, niños, adultos y ancianos en nuestro país, dándole oportunidades y no regalías o migajas. No dejarnos llevar simplemente por propuestas populistas, por simpatías y antipatías o por intereses particulares.
- Elijamos a quienes les duela la realidad de los panameños. Panamá necesita ser gobernada por personas íntegras, honestas, dignas, competentes, capaces de vencer la corrupción y la violencia, que se preocupen por la salvaguarda de la casa común, decididos a afrontar la injusticia, desempleo y falta de oportunidades; y a trabajar por los excluidos y marginados.
- Aseguremos la institucionalidad del país. Debemos afrontar, con claridad y determinación, la colonización ideológica de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano. Siguiendo la enseñanza de la Iglesia, apoyemos con nuestro voto a quienes defiendan la dignidad de la persona, la vida en todas sus etapas; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; el derecho primario de los padres en la educación de sus hijos; la libertad religiosa; y las instituciones democráticas.
La Iglesia Católica, no tiene ni avala un partido político o un determinado candidato. Lo expresado nace de su misión de Madre y Maestra, que tiene el compromiso moral de orientar a sus hijos e hijas, en este momento histórico en el país, donde podemos cambiar los destinos del país, para tener el Panamá que todos nos merecemos.
Que la Pascua sea una extensión festiva en las elecciones del 5 de mayo, donde podamos descubrir que Cristo ha Resucitado en Panamá.
Comité Permanente de la CEP
Panamá, 19 de abril de 2019.