(Bitter Winter/InfoCatólica) Las imágenes y monumentos en honor de los 120 Mártires chinos canonizados por San Juan Pablo II en el año 2000 son el nuevo objetivo de las autoridades de la provincia de Hebei, China. Según denuncias de la publicación Bitter Winter, el régimen comunista está demoliendo y retirando sistemáticamente las estatuas de los Mártires que constituyen un ejemplo de fidelidad a Cristo en medio de la persecución, un modelo peligroso para quienes atentan contra la libertad religiosa en la actualidad.
Las primeras imágenes en ser retiradas fueron las del templo católico del poblado de Dongxihetou, en la Diócesis de Hengshui, en octubre de 2018. Los funcionarios amenazaron con llevar a prisión a los fieles que contribuyeron con el costo de la elaboración de las estatuas, que veneraban a San Paulus Wu Anju, San Johannes Baptista Wu Mantang y San Paulus Wu Wanshu . La propia comunidad tuvo que contratar una grúa para retirarlas.
El hecho pudo pasar desapercibido en medio de una larga campaña de demoliciones de símbolos religiosos, pero de manera casi simultánea un templo registrado en la Asociación Patriótica Católica (órgano oficialista de control sobre la Iglesia) recibió la orden de desmantelar las estatuas de los Mártires San Modeste Andlauer y San Rémy Isoré.
Según los católicos locales contactados por Bitter Winter, el partido comunista chino estaría interesado en eliminar la memoria de los Mártires, quienes dieron su vida cerca del año 1900 por constituir un recordatorio constante de otros muchos mártires actuales que dieron su vida bajo la dictadura comunista. Los Mártires continúan siendo fuente de inspiración para los creyentes que soportan una grave situación de vulneraciones a la libertad religiosa y una marcada división a causa de la intervención de las autoridades en la vida de la Iglesia.