(Asia News) El santuario se encuentra en la diócesis de Fengxiang (Shaanxi), la misma donde las autoridades arrasaron la iglesia de Qianyang el 4 de abril pasado.
Alertados sobre las intenciones de las autoridades, doscientos fieles de la zona se congregaron desde añoche en las escalinatas que conducen a la puerta de la iglesia, para defender el santuario. «Estamos dispuestos a dar nuestras vidas», dijo uno de ellos. Sin embargo, el número de policías y funcionarios prácticamente triplica al de fieles, con lo cual será muy difícil detenerlos.
El santuario mariano de Mujiaping se encuentra en una zona montañosa perteneciente al distrito de Taibai, en medio de poblados muy humildes. Si bien la iglesia en sí está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, son habituales las peregrinaciones hacia la imagen de la Virgen ubicada contra el cerco que rodea el santuario.
La policía planea destruir el santuario, el portón principal con vidrieras a través del cual se ingresa al lugar por una escalinata, la iglesia y la estatua de la Virgen que recibe a los peregrinos.
Los fieles piden a todos los cristianos rezar por la salvaguarda del santuario y por la salvación de la población.
En los próximos días, las autoridades proyectan la destrucción de más iglesias, al menos tres en principio.
Si no se inscriben destruiremos todo
La violencia que está asolando las iglesias de Fengxiang tiene una razón precisa, que ha sido confirmada por los fieles: las autoridades quieren que las instalaciones, las personas, los sacerdotes y el obispo pertenezcan a la Asociación Patriótica, el organismo de control del Partido Comunista que pretende edificar una Iglesia «independiente» de la Santa Sede. «Si no se inscriben, destruiremos todo», habría dicho un funcionario.
En el panorama eclesial chino, la diócesis de Fengxiang, que hasta el 2017 estuvo guiada por Mons. Lucas Li Jingfeng, tiene un rasgo muy particular: es la única diócesis los fieles y el obispo no están inscriptos en la Asociación Patriótica, si bien desde el 2001 el lugar cuenta con una Oficina gubernamental de asuntos religiosos. Desde el 2017, el obispo a cargo de la diócesis en Mons. Pedro Li Huiyuan, de 54 años.