(Abc/Actuall) Sobre el escenario se sucedieron los testimonios, actuaciones musicales y una suelta de globos por los dos millones de niños no nacidos a causa de una legislación permisiva con el aborto desde el año 1985.
Hacer una ley nueva
En la cabecera de la manifestación, la presidenta de la Federación de Asociaciones Provida de España y coordinadora de esta iniciativa, Alicia Latorre, explicó que «hay que derogar la actual ley del aborto y legislar una nueva norma que defienda sin fisuras a todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural». «La vida vale igual independientemente de cómo haya sido concebida, si viene con una enfermedad. Una sociedad más avanzada es la que defiende y protege a las personas más vulnerables», aseveró.
A su lado, bajo la pancarta principal le acompañaron los representantes de algunas de las 500 asociaciones que convocaron esta iniciativa. Entre ellos, estaba el director del Foro Español de la Familia, Javier Rodríguez, el presidente de HazteOír, Ignacio Arsuaga, y la directora de Red Madre, Amaya Azcona.
Ignacio Arsuaga señaló como «primordial» que los partidos políticos promuevan el derecho a la vida:
«Se debe derogar la actual ley del aborto y promulgar una ley de protección de la maternidad, de la mujer embarazada y del derecho a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la concepción. En ningún caso, permitir el aborto bajo el supuesto del riesgo para la salud psicológica de la madre, el verdadero ‘coladero’ de la ley de 1985».
Y agregó:
«No queremos falsas promesas. Queremos hechos. Y eso empieza por elaborar un programa transversal de ayuda a la mujer embarazada y a la maternidad, con especial foco en las mujeres que se encuentran con un embarazo inesperado y en condiciones socioeconómicas adversas».
Unas declaraciones que coincidieron con las de la doctora y portavoz de Derecho a Vivir, Gádor Joya, quien solicitó un protocolo en los centros abortistas para obligarles a dar todo tipo de información a la mujer que va abortar:
«Los abortorios deberán proporcionar siempre a la mujer un informe detallado de la ecografía, y permitir que pueda escuchar el latido cardíaco del hijo, cumpliendo con lo prescrito en la ley de autonomía del paciente».
E insistió:
«La información a la mujer incluirían también las técnicas abortivas, los riesgos y las posibles secuelas físicas y psicológicas del aborto, las ayudas públicas y privadas para la maternidad, los centros de asistencia y ayuda a mujeres que no quieren abortar, los procedimientos de adopción y cuantas medidas faciliten la toma de decisiones de la mujer embarazada».
Abuelos, padres, hijos
Familias con sus hijos pequeños, abuelos, pero sobre todo un gran número de jóvenes participaron en esta cita que se celebra anualmente desde el año 2011, con motivo del día internacional de la vida, el 25 de marzo.
«La juventud unida luchamos por la vida» o «un hijo es un regalo vamos a celebrarlo» fueron algunas de las consignas que más se corearon durante esta concentración «pacífica, constructiva y esperanzadora», según sus organizadores.
Entre esos muchos jóvenes se encontraba el presidente de Más Vida, Alvaro Ortega. Con apenas 19 años este estudiante de Derecho, junto a un grupo de amigos, fundó en 2013 la primera asociación de jóvenes pro vida. «No queremos heredar una sociedad que penaliza la vida porque la vida es el principal derecho de cualquier ser humano. Apelamos a los políticos para que se protejan los derechos del concebido y se promulgue una ley de apoyo a la maternidad. La mujer embarazada no puede quedar en desamparo», afirmó este joven, que recordó que el Estado dedica anualmente «apenas cuatro millones de euros a la maternidad». «Una cifra irrisoria», subrayó.
Al final del recorrido, sobre un gran escenario Mariana y José Luis, un joven matrimonio padres de mellizos con síndrome de Down contaron su personal apuesta por la vida. «Evidentemente tener dos hijos con síndrome de Down es algo que no te esperas, pero el que tengan un cromosoma de más no hace que les queramos menos», aseguró esta joven madre con uno de sus hijos en brazo.