(El Independiente/InfoCatólica) La literalidad de la misiva firmada por el cardenal Pietro Parolin -fechada el pasado 14 de febrero, la víspera de que el Consejo de Ministros acordara el traslado de Franco- desvirtúa la versión gubernamental con la que se ha tratado de proyectar la idea a la opinión pública de que la Santa Sede no sólo apoya expresamente la exhumación sino que está decidida a torcer la voluntad del prior de la comunidad benedictina que está a cargo de la Basílica del Valle de los Caídos donde está enterrado el Generalísimo.
En la carta, el cardenal Secretario de Estado recuerda al gobierno que la «controversia» está «sometida al Derecho y a la Justicia españoles».
Es más, advierte que «en cumplimiento del principio de no intervención en asuntos que pertenecen esencialmente a la competencia interna de otro Estado, la Santa Sede no quiere intervenir en una cuestión que está sujeta a la jurisdicción española». Con ello el cardenal confirma la intención del Vaticano de no interferir en el asunto así como recuerda que dependerá de los tribunales, y no del gobierno, la decisión final sobre los restos de Franco.
Igualmente, el Secretario de Estado afirma que la Iglesia «respeta plenamente el texto y el espíritu» del acuerdo sobre asuntos jurídicos que la Santa Sede firmó con el Estado español el 3 de enero de 1979 y que entró en vigor el 4 de diciembre de ese mismo año.
La información de El Independiente confirma la tesis del Portavoz y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, quien ayer advirtió que la Santa Sede no había cambiado su postura en esta polémica, dejando todo en manos de las autoridades judiciales españolas.