(Valores Religiosos) Un grupo de personas entró a los golpes en una iglesia de la ciudad de Catarina para intentar sustraer una imagen del patrono San Silvestre. Los hombres insultaron al párroco, que ya había sido golpeado en julio.
Grupos de personas señaladas como afines al gobierno del presidente Daniel Ortega agredieron nuevamente a feligreses dentro de una parroquia de Nicaragua mientras se daba misa, denunció la comunidad católica de la ciudad de Catarina.
Los atacantes irrumpieron la noche del miércoles en la parroquia de Catarina, a 42 kilómetros al sur de Managua, para intentar sustraer una imagen de San Silvestre en medio de una fiesta religiosa dado que es el patrono de la ciudad.
Según los testigos, el grupo de afectos al Gobierno entró al templo de forma intempestiva lanzando golpes y gritando insultos contra el párroco Jairo Velásquez, a quien ya habían golpeado en julio pasado.
La agresión contra el sacerdote se debió a que este decidió no sacar de la parroquia la imagen de San Silvestre, para evitar confrontaciones en medio de la polarización política que vive Nicaragua, lo que habría molestado a los grupos oficialistas.
Según información en las redes sociales, la misa se llevó a cabo con la autorización del cardenal Leopoldo Brenes; sin embargo, por la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde el pasado abril, la celebración se realizó en el interior de la Iglesia.
A través de un video difundido en las redes, se observa a los orteguistas cuando irrumpen en el templo y agreden verbalmente al sacerdote. Además, intentaron llevarse la imagen y realizar su propia celebración sin autorización de las autoridades eclesiásticas.
La crisis que vive Nicaragua desde abril pasado ha dejado entre 325 y 545 muertos, según cifras de organismos humanitarios locales y extranjeros, mientras que el Gobierno de Ortega reconoce 199 víctimas morales.
Los organismos además cuentan 674 «presos políticos», frente a 340 que acepta el Gobierno, y que clasifica como «terroristas», «golpistas» y «presos comunes».
El Gobierno de Ortega es señalado por organismos locales e internacionales de graves abusos contra los manifestantes y la población civil, que lo niega y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, tras 11 años de Gobierno continuo, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, tras el saldo mortal de las manifestaciones.