(El Mundo/LD/InfoCatólica) La Policía que custodia al exministro de Aznar y ex presidente de la Comunidad Valenciana, ingresado por una complicación de su leucemia, prohibió el acceso a la habitación al cardenal y arzobispo de Valencia, S.E.R. Antonio Cañizares, que se acercó expresamente a verle, así como al capellán del hospital, que visitó a los enfermos más delicados. Los agentes explicaron que la decisión no les correspondía a ellos, sino a la juez, que mantiene en prisión preventiva al expresidente valenciano desde hace ocho meses.
Zaplana tuvo que ser trasladado hace unos días desde el centro penitenciario de Picassent al Hospital de La Fe como consecuencia de un empeoramiento de la leucemia que padece. El jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del centro sanitario, Guillermo Sanz, informó a la magistrada de que la situación del expolítico reviste en estos momentos una extraordinaria gravedad y ha advertido por escrito que, si regresa a la cárcel, morirá de manera inmediata.
Pese a la contundencia de los dictámenes médicos, María Isabel Rodríguez ya ha trasladado su determinación para que Zaplana regrese de inmediato a prisión. Además, le ha impuesto un régimen de visitas más severo todavía que el que ya tenía, hasta el extremo de denegar la visita de los religiosos que han acudido a interesarse por su gravísimo estado de salud.
La juez Rodríguez no ha atendido hasta el momento las indicaciones de los médicos, como tampoco las de los representantes de las asociaciones de enfermos de cáncer de la Comunidad Valenciana, que se han puesto en contacto con ella a título particular para trasladarle lo delicado del estado de Eduardo Zaplana y la irresponsabilidad en la que incurriría si decide finalmente devolverlo a Picassent. La magistrada ha atendido a estos últimos pero se ha mostrado inflexible en su posición. Considera que puede darse a la fuga si queda en libertad y que se encuentra mejor atendido en la cárcel que en el hospital de referencia en el tratamiento del cáncer en la Comunidad Valenciana.