(AsiaNews/InfoCatólica) Al parecer, el Papa Francisco habría solicitado hace meses este «sacrificio» a Mons. Guo para salvar la unidad de la Iglesia y garantizar la firma del acuerdo entre China y la Santa Sede. Mons. Celli también ha dispuesto el retiro del anciano obispo de Shantou, Mons. Zhuang Jianjian.
Según el acuerdo, Mons. Vicente Guo Xijin, reconocido por el Vaticano pero no por el gobierno chino, que hasta ahora se desempeñaba como obispo ordinario de la diócesis, dejará su puesto de ordinario y lo cederá a Mons. Vicente Zhan Silu, reconocido por el gobierno chino y que es uno de los siete obispos excomulgados que el Papa ha levantado la excomunión recientemente.
La noticia fue dada por algunos sacerdotes de la diócesis. Según declaraciones de uno de ellos, Mons. Guo reunió a sus sacerdotes para comunicar la nueva situación, en la que él permanecerá como obispo auxiliar.
Reunión con delegación vaticana
El prelado había regresado de un viaje a Beijing, donde se reunió con Mons. Zhan y con Mons. Claudio Mari Celli, responsable de una delegación vaticana. Mons. Celli presentó a Mons. Guo una carta firmada por los cardenales. Pietro Parolin, secretario de Estado, y Fernando Filoni, prefecto de Propaganda Fide, en la cual pedían al obispo clandestino que cediera el puesto de obispo ordinario a Mons. Zhan. Mons. Celli habría dicho a Mons. Guo que el propio Papa le pedía este gesto de obediencia «y de sacrificio por la situación general de la Iglesia china».
Muchos sacerdotes y fieles laicos se han entristecido con esta noticia. Anteriormente, cuando un obispo oficialista se reconciliaba con la Santa Sede, y en la misma diócesis existía un obispo clandestino, éste permanecía como ordinario, y el nuevo reconciliado pasaba a ser auxiliar. En este caso ha ocurrido lo contrario.
Además, en el caso de Mindong, hay un gran desequilibrio de fuerzas: sobre un total de 90.000 miembros de la diócesis, al menos 80.000 pertenecen a la Iglesia no-oficial, en la que prestan servicio 45 sacerdotes, 200 religiosas, 300 laicas consagradas y cientos de laicos catequistas. El obispo Zhan cuenta con algunos miembros entre sus fieles y con 12 sacerdotes que sirven en varias parroquias.
Según la información recibida por AsiaNews, el Papa Francisco habría expresado un gran aprecio por Mons. Guo y le habría pedido que siga ocupándose personalmente del cuidado pastoral en las parroquias hasta ahora clandestinas, pero al mismo tiempo procure cierta integración con Mons. Zhan.
Aplicaciones del Acuerdo entre China y la Santa Sede
En el encuentro mantenido en Beijing, Mons. Celli también comunicó que el obispo clandestino de Shantou, Mons. Pedro Zhuang Jianjian dejará el puesto al obispo oficialista José Huang Bingzhang, que también acaba de ser reconciliado con la Santa Sede.
De todos modos, la decisión de dar el puesto de ordinario a dos obispos oficialistas –que son muy apreciados por el gobierno– parece haber sido tomada hace un año, en otro viaje que Mons. Celli realizó a Beijing. En aquella ocasión, Mons. Celli le habría explicado a Mons. Guo que el Papa mismo le solicitaba dar este paso atrás «porque de otro modo el acuerdo no puede ser firmado». El Papa temía que sin el acuerdo sobre los nombramientos episcopales la Iglesia china quedase invadida por decenas de obispos ilícitos, algo que podría acarrear graves consecuencias para la unidad de la Iglesia.
Algunos sacerdotes de Mindong subrayan que de este modo, la Iglesia clandestina desaparecerá, después de 40 años de existencia. Otros aprecian la extrema obediencia demostrada por Mons. Guo.
Según otros sacerdotes, con este paso, el Vaticano ya habría entregado la Iglesia en manos del gobierno chino. Cabe resaltar que el encuentro entre Mons. Celli y los dos obispos de Mindong se realizó en Diaoyutai, uno de los hoteles del Estado chino destinado al alojamiento de huéspedes oficiales.
Aún queda por resolver un punto: para poder ejercer su ministerio episcopal abiertamente, Mons. Guo necesita la aprobación del gobierno y del Consejo de obispos chinos oficiales.