(ACI) La tarde del miércoles 5 de diciembre el sacerdote Mario Guevara, Vicario de la Catedral de Managua (Nicaragua) sufrió un ataque mientras confesaba, perpetrado por una mujer de 24 años que le arrojó ácido sulfúrico en la cara y el cuerpo.
La Policía Nacional de Nicaragua informó que la mujer ha sido identificada como Elis Leonidovna Gonn, de 24 años. Las autoridades detuvieron a la joven que portaba un pasaporte ruso y ahora realizan «las investigaciones pertinentes para el esclarecimiento de los hechos».
La mujer vestía una camiseta negra con la imagen de un bebé por nacer mostrando el dedo medio, algo que utilizan grupos proaborto por lo que algunos creen que Leonidovna sería una feminista radical.
«Nuestra Institución reitera su compromiso de continuar trabajando por la seguridad, la tranquilidad de las personas, familias y comunidades nicaragüenses», concluye el texto de la policía.
Tras el ataque, el sacerdote de 59 años que sufre de diabetes, fue llevado por el P. Luis Herrera, Rector de la Catedral, a un hospital «donde está recibiendo atención médica ya que sufrió graves quemaduras, sin embargo su condición es estable», señala un comunicado de la Arquidiócesis de Managua.
«Lamentamos la intención de este ataque el cual se encuentra en proceso de investigación por las autoridades competentes», agrega el texto.
«Invitamos a todos los fieles a unirse en oración por todos nuestros sacerdotes en este novenario en honor a nuestra Madre la Inmaculada Concepción de María», finaliza el comunicado.
El P. Guevara ya fue dado de alta y continuará su tratamiento en casa.
«Lamentamos este hecho porque los sacerdotes estamos para dar un servicio y esto nos duele muchísimo: que hayan agredido al sacerdote de esta forma porque atentaba contra su salud», dijo a los medios el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes.
En su cuenta de Twitter, el Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio Báez, lamentó el ataque y expresó su solidaridad con el P. Guevara. «Lo acompaño con mi cariño de hermano y ofrezco mis oraciones por su total recuperación. ¡Jesús y su Madre Santísima protejan a nuestros sacerdotes!», escribió el Prelado.