(AsiaNews) Dos santuarios dedicados a la Virgen fueron destruidos por las autoridades chinas. Se trata del santuario de Nuestra Señora de los Siete Dolores, situado en Dongergou (Shanxi), y del santuario de Nuestra Señora de la beatitud, también conocido como “Nuestra Señora de la Montaña”, ubicado en Anlong (Guizhou). Los dos sitios de peregrinación de las comunidades oficiales y clandestinas fueron demolidos en los últimos días, a pocas semanas de haberse firmado el acuerdo entre China y el Vaticano, referido al nombramiento de obispos.
La información y los videos de la destrucción fueron difundidos el jueves 25 de octubre.
Algunos fieles comentaron a AsiaNews que el santuario de Dongergou fue destruido en nombre de la “sinización”: las autoridades declararon que había “demasiadas cruces” y “demasiadas decoraciones, que excedían todo límite” y que por eso éstas debían ser retiradas del lugar y destruidas.
El santuario de Nuestra Señora de la Montaña, ubicado en Anlong, fue destruido después de que las autoridades declararan que se carecía de los permisos necesarios para su construcción.
En uno de los videos se ve a una grúa levantando algunas estatuas del primer santuario; y en el otro, se oye el ruido de perforadoras neumáticas destruyendo la fachada del santuario.
Una semana atrás, los fieles de Anlong habían solicitado a los católicos de todo el mundo que rezaran para que su santuario se salvase de la destrucción.
La campaña en favor de la sinización fue lanzada en febrero pasado, con la implementación de nuevas normativas referidas a las actividades religiosas. La destrucción de iglesias, cruces, pinturas, etc. se inició en Henan, Xinjiang y en el Interior de Mongolia, para luego extenderse a Zhejiang, Jiangxi y a otras provincias. Apenas se dio a conocer públicamente la firma del acuerdo sino-vaticano, hubo un incremento de los episodios de destrucción.
Varios observadores hacen notar que la Asociación Patriótica y el Frente Unido –entes responsables de las actividades religiosas- han lanzado una auténtica campaña orientada a hacer fracasar dicho acuerdo.