(Actuall) El caso de Barronelle Stutzman, la propietaria de una floristería en Richland (estado de Washington), podrá ser revisado a raíz del fallo del pasado 4 de junio a favor de Jack Phillips, el panadero cristiano de Colorado que se negó a crear un pastel personalizado para celebrar un matrimonio gay.
«La decisión de hoy sugiere que [el caso Phillips] podría proporcionar una defensa más sólida de lo que muchos inicialmente pensaron», ha declarado a The Daily Signal Ryan T. Anderson, investigador en The Heritage Foundation y autor de «Truth Overruled: The Future of Marriage and Religious Freedom».
Tanto Stutzman como Phillips están representados por Alliance Defending Freedom, un grupo legal cristiano que se especializa en la libertad religiosa. En ambos casos, la organización ha argumentado que la Primera Enmienda impide que el gobierno obligue a los estadounidenses a usar sus talentos para expresar mensajes, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, con los que no están de acuerdo.
Stutzman, una abuela de 73 años, fue condenada por violar la ley anti-discriminación de Washington al negarse a proporcionar las flores para la boda de un cliente gay. Al igual que Phillips, es una cristiana que cree que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Barronelle Stutzman trabajó para esa pareja gay en particular durante casi una década pero no pudo hacer los arreglos florales para su boda. En lugar de respetar su conciencia y los derechos de libertad religiosa, el fiscal general del estado fue tras ella.
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