(InfoCatólica) En una entrevista con el canal alemán de EWTN, el cardenal Rainer Woelki destacó la importancia eclesiológica de la Eucaristía:
«La Eucaristía constituye la comunión eclesial de la Iglesia. La Eucaristía y la comunidad de la Iglesia están muy, muy cerca la una de la otra. Ahora bien, por supuesto entiendo que esto constituye un cierto desafío, y que las personas pueden experimentarlo como una forma de sufrimiento, en particular en el caso de los matrimonios mixtos, ya que no pueden recibir la Eucaristía juntos».
Al mismo tiempo, dijo el arzobispo de Colonia, «es de vital importancia para nosotros reconocer que quien dice "sí" a la presencia real de Cristo en la Eucaristía, reconociendo que Cristo está verdaderamente presente, naturalmente también ha de decir "sí" 'al Papado, a la estructura jerárquica de la Iglesia, a la veneración de los santos y a mucho, mucho más».
El cardenal Woelki aseguró que cualquier solución que se adopte en Alemania no puede constituir una forma de excepcionalidad, sino que tendría que ser totalmente compatible con la Iglesia universal:
«Como Iglesia Católica, también tenemos que señalar que somos parte integrante de la Iglesia universal. No puede haber un "excepcionalismo" alemán».
Nuevo episodio en el Katholikentag
El purpurado fue también protagonista en la celebración del Katholikentag, evento que reunió la semana pasada a miles de fieles católicos de habla alemana. El discurso inaugural corrió a cargo del presidente de la Repúbica de Alemania (ndr: cargo honorífico sin poder ejecutivo), Frank-Walter Steinmeier, quien dijo:
«Busquemos formas de expresar la fe cristiana común compartiendo en la Última Cena y la Comunión. Estoy seguro: Miles de cristianos en matrimonios interconfesionales esperan que esto ocurra».
En esa misma línea se manifestó el cardenal Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana:
«Cuando alguien tiene hambre y tiene fe, debe tener acceso a la Eucaristía. Esa debe ser nuestra pasión, y no cejaré en ello».
Sin embargo, lo más triste del evento llegó cuando una estrella de la televisión y la comedia en el país germano, Eckart von Hirschhausen criticó duramente las enseñanzas de la Iglesia Católica diciendo:
«No veo el sentido de un debate público sobre las galletas» ya que el cambio climático, en su opinión, es un problema «mucho más grave». De igual forma, dijo que estando casado con una mujer católica, contribuye con sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia en Alemania y por ello la Iglesia debería «¡darme alegremente una galleta o devolverme mi dinero!».
Lo peor de todo es que obtuvo el aplauso de los presentes, fieles católicos.
Justo entonces tomó la palabra el cardenal Woelki y firmemente explicó que:
«Como católico nunca hablaría de una galleta. Usar este concepto solo demuestra que tenemos una comprensión muy diferente de lo que es el Santísimo Sacramento, en el que los católicos se encuentran con Cristo».
Muchos católicos alemanes mostraron en las redes sociales su estupor ante la actitud del comediante y de aquellos que le aplaudieron.
Con información de Catholic News Agency
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