(Efe) El gobernador firmó la ley que prohíbe abortar después de la decimoquinta semana de embarazo en ese estado, una medida considerada como la más restrictiva al acceso al aborto en Estados Unidos.
La legislación aprobada impide a las mujeres que aborten después de las 15 semanas de embarazo en un estado en el que el límite hasta hoy era de 20 semanas.
Sin embargo, el aborto después de este periodo será posible en Misisipi si la vida de la mujer o «una importante función corporal» se ve amenazada, o si el feto tiene un problema de salud que signifique que probablemente no sobreviva fuera del útero.
No al aborto por violación o incesto
Los senadores estatales rechazaron este lunes una enmienda que hubiera hecho excepciones también para las víctimas de violación o incesto.
El senador republicano Joey Fillingane argumentó su oposición a la enmienda alegando que las mujeres que quedan embarazadas por este tipo de agresiones «obtendrían un aborto de inmediato porque saben inmediatamente que han sido víctimas de violación o incesto».
Objetivo: ningún aborto
«Estoy comprometido para hacer que Misisipi sea el lugar más seguro de Estados Unidos para que un niño nazca, y este proyecto de ley nos ayudará a lograr ese objetivo», afirmó Bryant en su cuenta oficial de Twitter poco después de firmar la ley.
I was proud to sign House Bill 1510 this afternoon. I am committed to making Mississippi the safest place in America for an unborn child, and this bill will help us achieve that goal. pic.twitter.com/O0O4QeILLx
— Phil Bryant (@PhilBryantMS) 19 de marzo de 2018
El gobernador aseguró en otras ocasiones que su objetivo final es «terminar con el aborto», según declaraciones recogidas por el diario The Hill.
Representantes de la única clínica de aborto del estado, la Jackson Women's Health Organization, aseguraron en un comunicado que van a demandar próximamente al estado para que modifique esta legislación.
Situación en otros estados
Diecisiete estados de EEUU prohíben el aborto después de las 20 semanas de embarazo, un límite temporal que, según los activistas provida, marca «cuando el feto puede sentir dolor».
El Tribunal Supremo de EEUU abrió en 1973 las puertas a la práctica del aborto en el país con un histórico fallo en el que concluyó que una mujer, junto con un equipo médico, puede optar por abortar en el primer trimestre de embarazo sin cortapisas legales, aunque con restricciones si el estado de gestación es más avanzado.
El fallo de 1973, en el caso «Roe vs Wade», técnicamente no indicó que el aborto sea legal, sino que declaró inconstitucional la interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre la continuación de su embarazo.