(AsiaNews/InfoCatólica) Era el 15 de febrero de 2015: en las costas de la ciudad líbica de Sirte, los miembros del así llamado Estado islámico (Daesh) decapitaron a sangre fría a 21 jóvenes egipcios, registrando y publicando su crimen en un video con el título. «Mensaje firmado con la sangre, destinado a la nación de la Cruz».
La misma tarde Egipto respondió con bombardeos aéreos contra algunos aglomerados de los yihadistas autores de la masacre y al día después de la difusión del video, el presidente egipcio Abdel Al-Sissi fue a la catedral de San Marcos en el Cairo, sede del patriarcado copto ortodoxo, para presentar sus condolencias a Teodoro II, Papa de los coptos ortodoxos.
Siguieron siete días de luto nacional. A continuación las familias han recibido una recompensa y se benefician de una pensión mensual por el salario que aquellos jóvenes obreros ganaban, después de haber partido para Libia y sostener a sus familia.
Esta semana, tres años después de la masacre, las familias de los difuntos recuerdan a sus hijos en el dolor y en la alegría: ellos ahora tienen una catedral en honor de sus hijos, que lleva por título: «Catedral de los mártires de la fe».
Algunos días después de la masacre, Teodoro II, jefe espiritual de los coptos de Egipto, decidió inscribir a los 21 mártires decapitados por Daesh en el Synaxarium, el libro histórico sagrado de los mártires de la Iglesia copta ortodoxa.
La catedral fue construida en el pequeño pueblo de Al Ur, el pueblo natal de la mayoría de los asesinados, cerca de la ciudad de Samalut en el Alto Egipto, a unos 245 km al sur de la capital egipcia. Los altares de la nueva catedral fueron bendecidos y santificados el 14 de febrero por manos de Amba Pavnatius, el obispo de la región; la primera misa fue celebrada el día después, el 15 de febrero contando con la presencia del gobernador de la ciudad y al final, ayer viernes, al inicio del fin de semana egipcio, la iglesia fue abierta para las misas semanales.
Mientras tanto, las familias de los difuntos esperan siempre los resultados de las análisis del ADN por parte de las autoridades egipcias, después del descubrimiento de los despojos de los mártires en una gruta de Sirte (Libia), para poder recibir las reliquias de sus hijos que con toda probabilidad serán custodiadas en la planta baja de la catedral.
La catedral de los Mártires de la fe fue construida por un grupo de ingenieros de las Fuerzas Armadas egipcias pagadas por el gobierno, en una superficie de 4 mil metros cuadrados, y costó cerca de 10 millones de liras egipcias Uno 47500 euros). Esta fue construida en dos pisos: una planta baja, donde estarán expuestos los despojos de los mártires, envueltos en telas de terciopelo según la tradición copta, además de una biblioteca, una sala de recibimiento y otras salas para los servicios sociales.