(InfoCatólica) El caso, del que por razones obvias no se han dado detalles sobre la naturaleza del quebranto del secreto de confesión, ha ocurrido en la archidiócesis de Brisbane y ha sido protagonizado por el sacerdote nigeriano Ezinwanne Igbo.
Una vez recibida la denuncia, el proceso se prolongó durante dos años, al final de los cuales la Santa Sede ha confirmado el juicio del arzobispo, Mons. Mark Coleridge, que ya había apartado al sacerdote del ministerio público.
La archidiócesis señala en un comunicado que «mientras la excomunión permanezca en vigor, el padre Ezinwanne no puede participar en la parte ministerial de la celebración de la Misa ni en ningún otro culto; no puede celebrar ni recibir los sacramentos; y no puede ejercitar ningún ministerio en la Iglesia».
Según el derecho canónico, sólo el Papa puede levantar este tipo de excomuniones.
Precisamente la Iglesia en Australia está recibiendo presiones para que los sacerdotes puedan quebrar el secreto de confesión en caso de tener conocimieno de abusos sexuales.