(CNA/InfoCatólica) El jueves, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció una propuesta para crear un camino hacia la ciudadanía para 1,8 millones de personas traídas a los Estados Unidos como niños a cambio de mayores fondos para la seguridad fronteriza y para el fin de la «migración en cadena» y las políticas de lotería de visas de diversidad.
Según el presidente de los Estados Unidos, Donald, los jóvenes «soñadores» son «buena gente» y «deberían poder quedarse en el país», pero insiste en pedir al Congreso 25.000 millones de dólares para construir un muro con México.
Los «soñadores» son menores que ingresaron a Estados Unidos acompañando a sus padres indocumentados, y el programa conocido como DACA, que afecta a unas 690.000 personas, les protege provisionalmente de ser deportados.
El plan ha sido cuestionado tanto desde la izquierda y la derecha. A la derecha le preocupa que Trump esté alejándose de sus promesas de campaña y que este nuevo camino a la ciudadanía equivale efectivamente a la amnistía, mientras que la izquierda piensa que las propuestas son demasiado «duras» y que los «soñadores» están siendo utilizados como peones para avanzar una agenda.
La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos tiene una visión más matizada sobre el tema.
En una entrevista con Catholic News Agency, Bill Canny, director ejecutivo de las Oficinas de Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB, dijo que aunque los obispos están de acuerdo en que la seguridad fronteriza es importante, esta propuesta solo creará animosidad entre republicanos y demócratas y no mejorará la situación actual de los «soñadores»
«Los obispos creen que es importante que la ciudadanía esté protegida, que nuestras fronteras estén seguras y que no vivamos con ningún temor», dijo Canny.
Sin embargo, le preocupaba que se estuviera poniendo una «gran cantidad» de dinero en varias medidas coercitivas que no cree que conduzcan a ningún tipo de progreso o acuerdo.
«El debate no será fructífero» si la propuesta actual se mantiene, dijo.
Además, Canny dijo que no creía que fuera correcto que la «situación de los soñadores» se usara para imponer diferentes restricciones a la inmigración.
«No creemos que sea el momento adecuado para abordar todos estos problemas. Manténgase enfocado en los soñadores: sabemos que la seguridad fronteriza es un problema».
En cuanto a las restricciones propuestas sobre lo que se conoce como «migración en cadena» o «reunificación familiar», Canny cree que la definición actualizada de «familia», que impide a los inmigrantes patrocinar visas para sus padres, hermanos o hijos adultos, es «muy preocupante».
La propuesta incluiría fondos para un muro fronterizo, y terminaría con la lotería de visas de diversidad, por medio de la cual anualmente se otorga al azar a 50,000 personas de todo el mundo tarjetas verdes, o estatus de residencia permanente.