(InfoCatólica) Aarón y Melissa Klein, propietarios de Sweet Cakes by Melissa, panadería familiar ubicada en Gresham, se habían negado en el año 2013 a hacer una tarta nupcial para dos lesbianas.
Tanto Aarón como su esposa son cristianos y creen que el matrimonio solo puede ser la unión entre un hombre y una mujer. Las lesbianas Rachel y Laurel Bowman-Cryer, actualmente «casadas», presentaron una queja al Departamento de Trabajo e Industria de Oregón, apelando a la ley del estado sobre la discriminación por razones de orientación sexual. Dicho departamento empredió entonces acciones legales contra el matrimonio y su negocio.
En enero de este mismo año el mencionado departamento estatal concluyó un informe en el que se consideraba ilegal la negativa de la empresa familiar, considerada como negocio público y por tanto sujeto a la ley anti-discriminatoria. Dicho informe fue elevado a un juez, que ahora pretende imponer una multa «ejemplarizante».
Las dos lesbianas argumentaron que la decisión del matrimonio cristiano les había causado 178 síntomas (88 una, 90 la otra) perjudiciales para su salud física y mental, entre los que se incluían «aumento de la presión arterial», «dificultad para conciliar el sueño», «migrañas» e incluso «vuelta al hábito de fumar».
El matrimonio ya tuvo que cerrar su negocio en septiembre del 2013 tras una campaña de boicot llevada a cabo por el lobby gay. Si la multa se hiciera efectiva, pondría a la familia cristiana al borde del abismo económico.
Tribunal de Apelaciones falla contra el matrimonio cristiano
Recientemente el Tribunal de Apelaciones de Oregon ha fallado contra el matrimonio y les obliga a pagar una indemnización de 135.000 dólares por daños morales y perjuicios.
Tres jueces del Tribunal confirmaron la multa que habían puesto al matrimonio y por la cual tuvieron que cerrar su negocio. Ahora la pareja estudia si recurrir la sentencia.
Según los jueces, hornear pasteles de boda no es un «discurso, arte u otra expresión» que sí está protegida por la Primera Enmienda. La Justicia dictaminó que el estado no debe soportar el derecho de libertad religiosa de los Klein por encima del derecho de las dos mujeres demandantes al matrimonio porque el matrimonio debe cumplir con «una ley neutral de aplicabilidad general».
Michael Berry, subdirector general de First Liberty Institute declaró estar «muy decepcionados con la decisión de la corte», representante del matrimonio.
«Creo que castigar a las personas por sus creencias religiosas no es … estadounidense, y está mal».