(ACN) Lenin, Stalin, la Segunda Guerra Mundial; cada uno de estos nombre ha marcado una etapa para Rusia. La mayoría de cruel persecución contra los cristianos. «A pesar de todo la gente ha conservado la fe, incluso muchos la han fortalecido». Es el testimonio de Daniele Sollazo, un sacerdote misionero del Verbum Dei en Moscú, entrevistado por Ayuda a la Iglesia Necesitada-España en el programa «Perseguidos pero no olvidados» en Radio María, a propósito del centenario de la Revolución Rusa, otro período difícil para este país.
¿Cuál es el recuerdo que tiene la gente, tus feligreses, de la Revolución Rusa?
Las personas que vivieron aquel momento ya han fallecido porque han pasado muchos años. Pero la gente sabe que fue un tiempo de cambio para Rusia y no muy positivo, porque hubo muchas barbaridades y el principio de una época de represión. La gente tiene todavía heridas de este período soviético, pero a la vez, intenta aceptar la historia y reconciliarse con ella. Estamos en ese proceso.
¿Conoces algún testimonio cercano de cómo la gente vivía bajo el comunismo?
Siempre me acordaré de una mujer mayor que vivió en una de los campos de concentración de Rusia en los años 40 o 50. Y me contaba que en ese campo de trabajo forzado, al ver todo el sufrimiento de ella y de los demás, sentía que Dios le decía que ofreciera todo ese sufrimiento por la salvación de Rusia. Y así lo vivió este período tan duro de su vida, con mucha fe. A pesar de todo, la gente ha conservado la fe, incluso muchos la han fortalecido.
¿Y cómo mantenían la fe pese a la persecución?
Gracias a las abuelas se pudo trasmitir la fe. Ellas las trasmitieron a sus hijos y nietos como podían. Porque había todo un ambiente contrario. En las escuelas, en las universidades se enseñaba el ateísmo como asignatura. Las nuevas generaciones hasta la Perestroika cuando cayó el comunismo, tenían recuerdos vagos de la fe, pocos conocimientos. Por lo que se ha tenido que hacer hasta ahora un trabajo de reconstrucción muy grande y de curar muchas heridas.
Justo después de Lenin, Stalin hizo persecuciones muy fuertes en los años 30. Después vino la Segunda Guerra Mundial y cuando Rusia estaba amenazada por Hitler, Stalin permitió abrir las iglesias para que la gente rezara porque se dio cuenta que era una motivación muy importante. Y también por miedo por el destino de Rusia.
Luego hubo otras temporadas que también hubo represión, pero también ha habido momento de luz en medio de tanto sufrimiento. Y había también personas santas, monjes que conservaban la fe en su convento y que no fueron cerrados.
¿Actualmente cómo es la Iglesia en Rusia?
En los años 90 cuando acabó el comunismo, la gente tenía mucha sed y curiosidad por la fe y llegaron muchas sectas. Ahora los años 2000 han marcado la llegada del bienestar, del consumismo, las nuevas tecnologías, al menos en Moscú. Un poquito de secularismo pero menos que en Europa occidental. Sin embargo aquí en Rusia la gente está muy abierta a la fe y no hay agresividad ni prejuicios contra la Iglesia, los sacerdotes y las monjas. Más bien respeto. Las personas tienen un sentido de lo sagrado, de respeto hacia Dios, muy grande.
Eres responsable de la pastoral juvenil, ¿los jóvenes hoy en Rusia buscan a Dios?
Aunque se distraen por lo nuevo y lo moderno, sienten respeto por Dios, más interés y apertura hacia Él. Y un sentido de lo místico que es muy típico de los rusos. Cada año se bautizan muchos jóvenes, unos en la Iglesia Católica y otros en la ortodoxa.
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha apoyado a tu parroquia y congregación, ¿cómo valoras esta ayuda?
Ayuda a la Iglesia Necesitada nos ha ayudado principalmente para restablecer las estructuras de la Iglesia Católica y también de la Iglesia Ortodoxa. A nosotros por ejemplo nos han ayudado con la casa parroquial, con una casa de retiro donde constantemente hay encuentros para jóvenes. Y luego en otros proyecto como cuando hemos tenido reuniones regionales de jóvenes o de estudiantes universitarios. Estamos muy agradecidos porque aquí la Iglesia Católica es muy pequeñita y está sostenida por jóvenes. Intentamos que la gente local ayude también. Pero sin la ayuda de ACN hubiese sido imposible el renacimiento de la Iglesia Católica en Rusia.
¿Por último P. Danielle cuál es su mensaje de oración y agradecimiento?
Les apoyo y valoro mucho también con oraciones desde aquí, y les pido sus oraciones por la evangelización y por la unidad de todos los cristianos.