(Ahora Información/InfoCatólica) La poligamia aparece en Europa con fuerza desde 2016. No se ha hablado mucho del tema y es preocupante. Con las feministas concentradas en la lucha contra la Iglesia Católica y contra la libertad religiosa, se ha descuidado a las mujeres musulmanas. Suecia, quizá en un futuro próximo un nuevo país islámico, valida este tipo de uniones que llegan así al país nórdico.
Aunque pretendan llevar a cabo la agenda de la tolerancia religiosa sin miramientos, la sociedad sueca se resiste a permitir este tipo de unión por ser discriminatoria para la mujer. La última polémica ha surgido cuando un refugiado sirio con sus 3 esposas y sus 16 hijos han recibido tres casas por valor de 1,8 millones de euros para que cada familia pueda vivir en su propio espacio. No sólo se valida jurídicamente esa unión, propia de las culturas pre-cristianas, sino que se potencia con financiación estatal esa forma de vida. Hay ya 300 matrimonio polígamos en el país.
El líder musulmán Hamza Piccardo, fundador de la Unión de Comunidades Islámicas de Italia, no se extraña por eso. De hecho, ya pidió en 2016 la legalización de la poligamia en su país apelando a que es «una cuestión de derechos civiles». Y desde la coherencia de sus palabras, tiene razón. «Si el matrimonio gay es un derecho, también lo es la poligamia».