(InfoCatólica) El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha asegurado durante la homilía pronunciada con motivo de la festividad de los Ángeles Custodios, patrón de la policía nacional, que tras los acontecimientos de Cataluña, «la patria está en peligro» al tiempo que ha defendido que el «sentimiento patriótico no solo es propio de facción o partidos políticos sino que el amor a la patria brota del cuarto mandamiento de la ley de Dios que nos manda el respeto a los padres e incluye obligaciones con la patria y sus legítimas autoridades».
Monseñor Demetrio Fernández expuso durante la homilía celebrada en el Altar Mayor de la Catedral de Córdoba que la situación del Estado, «neurálgica y dolorosa» obedece a un contexto de «deterioro de la vida moral y un querer echar a Dios, quitarlo del medio, las consecuencias son éstas y otras que no se ven pero a la larga se sufren y se padecen». El prelado cordobés aclaró que no aboga por un Estado confesional pero «es intolerable», dijo, «arrancar a Dios de la vida de un pueblo». Para el prelado cordobés la situación generada por el independentismo catalán «no se improvisa, es fruto de una situación generalizada: volvamos a Dios que es el único que garantiza la fraternidad, el derecho de todos, también las peculiaridades de cada uno de los pueblos de España», explicó.
El Obispo de Córdoba, ante los responsables del Cuerpo Nacional de la Policía en Córdoba, afirmó en su homilía que «se han vivido circunstancias muy dolorosas que nos hacen pensar que la Patria está en peligro» y subrayó que «no se trata de dramatizar los hechos se trata de constatarlos y saber ir a la raíz del remedio», aunque sostiene que «no me corresponde a mí decir cómo resolver esta situación, nada fácil, pero si me corresponde invitaros a Dios acudir a Dios y a la Virgen Inmaculada, patrona de España más que nunca».
Es el deseo del Obispo de Córdoba, según su alocución de este lunes, que la fiesta de los «Ángeles Custodios sirva para expresar apoyo, cariño y reconocimiento a la Policía Nacional a favor del Estado de derecho y el orden Constitucional» y terminó mostrando su apoyo a los agentes, «colaboradores de Dios en don de la Paz».