(Correctiofilialis.org) El día de hoy ha sido hecha pública una carta firmada por 62 clérigos y académicos católicos de de 20 países en la que se afirma que el Papa a través de su exhortación Amoris Laetitia, actos y omisiones ha sostenido siete posturas heréticas respecto al matrimonio y la familia.
La carta de veinticinco páginas fue enviada al Papa Francisco el pasado 11 de agosto y se ha hecho pública el día de hoy en razón de la ausencia de respuesta del Santo Padre.
La carta, que sigue abierta para nuevos firmantes, lleva ahora los nombres de 62 clérigos y académicos de 20 países, también representando a otros que carecen de la necesaria libertad de expresión. Tiene un título latino: «Correctio filialis de haeresibus propagatis» (literalmente, «Una corrección filial con respecto a la propagación de herejías»). Afirma que el Papa, a través de su exhortación apostólica Amoris laetitia, como también por otras palabras, actos y omisiones que se le relacionan, ha sostenido siete posturas heréticas en referencia al matrimonio, la vida moral y la recepción de los sacramentos, y ha provocado que estas opiniones heréticas se propaguen en la Iglesia Católica. Estas siete herejías son expresadas por los firmantes en latín, la lengua oficial de la Iglesia [y traducidas en una nota al español; pueden consultarse después de las firmas].
Esta carta de corrección tiene tres partes principales. En la primera parte, los firmantes explican por qué, como creyentes católicos y practicantes, tienen el derecho y el deber de emitir dicha corrección al Sumo Pontífice. La ley de la Iglesia requiere que las personas competentes rompan el silencio cuando los pastores de la Iglesia están desviando al rebaño. Esto no implica conflicto alguno con el dogma católico de la infalibilidad papal, teniendo en consideración que la Iglesia enseña que el papa debe cumplir criterios estrictos antes de que sus declaraciones puedan ser consideradas infalibles. El Papa Francisco no ha cumplido con estos criterios. No ha declarado que estas posturas heréticas sean enseñanzas definitivas de la Iglesia, ni aseverado que los católicos deben creer en ellas con el asentimiento propio de la fe. La Iglesia enseña que ningún papa puede declarar que Dios le ha revelado alguna nueva verdad, que debería ser creída obligatoriamente por los católicos.
La segunda parte de la carta es la fundamental, puesto que contiene la «Corrección» propiamente tal. Enumera los pasajes de Amoris laetitia en los que se insinúan o alientan posturas heréticas, y luego enumera las palabras, actos y omisiones del Papa Francisco que evidencian, más allá de cualquier duda razonable, que él desea que los católicos interpreten estos pasajes de una manera que es, de hecho, herética. En particular, el papa, de manera directa o indirecta, ha apoyado la creencia de que la obediencia a la Ley de Dios puede ser imposible o indeseable, y que las Iglesia debiera, a veces, aceptar el adulterio como un comportamiento compatible con la vida de un católico practicante.
La última parte, llamada «Dilucidación», discute dos causas de esta singular crisis.
Una de ellas es el «Modernismo». Teológicamente hablando, el Modernismo es la creencia de que Dios no le ha entregado verdades definitivas a la Iglesia, que ésta debiera continuar enseñando, exactamente en el mismo sentido, hasta el final de los tiempos. Los modernistas sostienen que Dios comunica a la humanidad sólo experiencias sobre las cuales los seres humanos pueden reflexionar, de tal manera que realicen diferentes aserciones sobre Dios, la vida y la religión; pero estas declaraciones son sólo provisionales, nunca dogmas inamovibles. El Modernismo fue condenado por el Papa San Pío X al comienzo del siglo XX, pero renació a mediados de la centuria. La gran y continua confusión que el Modernismo ha causado en la Iglesia Católica, obliga a los firmantes a describir el verdadero significado de «fe», «herejía», «revelación» y «magisterio».
Una segunda causa de la crisis es la aparente influencia de las ideas de Martín Lutero en el Papa Francisco. La carta muestra como Lutero, fundador del Protestantismo, tenía ideas sobre el matrimonio, el divorcio, el perdón y la ley divina que se corresponden con aquellas que el papa ha promovido mediante sus palabras, actos y omisiones. También destaca el elogio explícito y sin precedentes que el Papa Francisco ha dedicado al heresiarca alemán.
Los firmantes no osan juzgar el grado de conciencia con el cual el Papa Francisco ha propagado las siete herejías que enumeran; pero insisten, respetuosamente, en que condene estas herejías, las cuales ha sostenido de manera directa o indirecta.
Los firmantes profesan su lealtad a la santa Iglesia Católica, garantizan al papa sus oraciones y solicitan su bendición apostólica.
Para ver el documento completo haga clic en el siguiente enlace:
Correctio Filialis De Haeresibus Propagatis – idioma español
Signatarios
A continuación la lista de los firmantes de la carta (en negrita los primeros signatarios):
Dr. Gerard J. M. van den Aardweg
European editor, Empirical Journal of Same-Sex Sexual BehaviorMons. René Henry Gracida
Auxiliary Bishop of the Archdiocese of Miami (1971–1975), the first Bishop of the Diocese of Pensacola-Tallahassee (1975–1983) and Bishop of the Diocese of Corpus Christi (1983–1997)Prof. Jean Barbey
Historian and Jurist, former Professor at the University of MaineFr Claude Barthe
Diocesan PriestPhilip M. Beattie
BA (Leeds), MBA (Glasgow), MSc (Warwick), Dip. Stats (Dublin), Associate Lecturer, University of Malta (Malta)Fr Jehan de Belleville
ReligiousDr. Philip Blosser
Professor of Philosophy, Sacred Heart Major Seminary, Archdiocese of DetroitFr Robert Brucciani
District superior of the SSPX in Great BritainProf. Mario Caponnetto
University Professor, Mar de la Plata (Argentina)Mr Robert F. Cassidy STL
Fr Isio Cecchini
Parish Priest in TuscanySalvatore J. Ciresi, M.A.
Director of the St. Jerome Biblical Guild, Lecturer at the Notre Dame Graduate School of Christendom CollegeFr. Linus F Clovis
Director of the Secretariat for Family and Life in the Archdiocese of CastriesFr Paul Cocard
ReligiousFr Thomas Crean OP STD
Prof. Matteo D'Amico
Professor of History and Philosophy, Senior High School of AnconaDr. Chiara Dolce PhD
Research doctor in Moral Philosophy at the University of CagliariNick Donnelly MA
DeaconPetr Dvorak
Head of Department for the Study of Ancient and Medieval Thought at the Institute of Philosophy, Czech Academy of Sciences, Prague; Professor of philosophy at Saints Cyril and Methodius Theological Faculty, Palacky University, Olomouc, Czech RepublicH.E. Mgr Bernard Fellay
Superior General of the SSPXChristopher Ferrara Esq.
Founding President of the American Catholic Lawyers’ AssociationProf. Michele Gaslin
Professor of Public Law at the University of UdineProf. Corrado Gnerre
Professor at the Istituto Superiore di Scienze Religiose of Benevento, Pontifical Theological University of Southern ItalyDr. Ettore Gotti Tedeschi
Former President of the Institute for Works of Religion (IOR), Professor of Ethics at the Catholic University of the Sacred Heart, MilanDr. Maria Guarini STB
Pontificia Università Seraphicum, Romae; editor of the website Chiesa e postconcilioProf. Robert Hickson PhD
Retired Professor of Literature and of Strategic-Cultural StudiesFr John Hunwicke
Former Senior Research Fellow, Pusey House, OxfordFr Jozef Hutta
Diocesan PriestProf. Isebaert Lambert
Full Professor at the Catholic University of Louvain, and at the Flemish Katholieke Universiteit LeuvenDr. John Lamont STL
DPhil (Oxon.)Fr Serafino M. Lanzetta STD
Lecturer in Dogmatic Theology, Theological Faculty of Lugano, Switzerland; Priest in charge of St Mary’s, Gosport, in the diocese of PortsmouthProf. Massimo de Leonardis
Professor and Director of the Department of Political Sciences at the Catholic University of the Sacred Heart in MilanMsgr. Prof. Antonio Livi
Academic of the Holy See Dean emeritus of the Pontifical Lateran University Vice-rector of the church of Sant'Andrea del Vignola, RomeDr. Carlo Manetti
Professor in Private Universities in ItalyProf. Pietro De Marco
Former Professor at the University of FlorenceProf. Roberto de Mattei
Former Professor of the History of Christianity, European University of Rome, former Vice President of the National Research Council (CNR)Fr Cor Mennen
Lecturer in Canon Law at the Major Seminary of the Diocese of ‘s-Hertogenbosch (Netherlands). Canon of the cathedral chapter of the diocese of ‘s-HertogenboschProf. Stéphane Mercier
Lecturer in Philosophy at the Catholic University of LouvainDon Alfredo Morselli STL
Parish priest of the archdiocese of BolognaMartin Mosebach
Writer and essayistDr. Claude E. Newbury
Former Director of Human Life International in Africa south of the Sahara; former Member of the Human Services Commission of the Catholic Bishops of South AfricaProf. Lukas Novak
Faculty of Arts and Philosophy, Charles University, PragueFr Guy Pagès
Diocesan PriestProf. Paolo Pasqualucci
Professor of Philosophy (retired), University of PerugiaProf. Claudio Pierantoni
Professor of Medieval Philosophy in the Philosophy Faculty of the University of Chile; Former Professor of Church History and Patrology at the Faculty of Theology of the Pontificia Universidad Católica de ChileFather Anthony Pillari, J.C.L., M.C.L
Prof. Enrico Maria Radaelli
Philosopher, editor of the works of Romano AmerioDr. John Rao
Associate Professor of History, St. John’s University, NYC; Chairman, Roman ForumDr. Carlo Regazzoni
Licentiate in Philosophy at University of FreiburgDr. Giuseppe Reguzzoni
External Researcher at the Catholic University of Milan and former editorial assistant of Communio, International Catholic Review (Italian edition)Prof. Arkadiusz Robaczewski
Former Professor at the Catholic University of LublinFr Settimio M. Sancioni STD
Licence in Biblical ScienceProf. Andrea Sandri
Research Associate, Catholic University of the Sacred Heart in MilanDr. Joseph Shaw
Tutor in Moral philosophy, St Benet’s Hall, University of OxfordFr Paolo M. Siano
Historiae Ecclesiasticae DoctorDr. Cristina Siccardi
Historian of the ChurchDr Anna Silvas
Adjunct research fellow, University of New England, NSW, AustraliaProf. Dr Thomas Stark
Phil.-Theol. Hochschule Benedikt XVI, Heiligenkreuz
Rev. Glen Tattersall
Parish Priest, Parish of Bl. John Henry Newman, archdiocese of Melbourne; Rector, St Aloysius’ ChurchProf. Giovanni Turco
Associate Professor of Philosophy of Public Law at the University of Udine, Member Corrispondent of the Pontificia Accademia San Tommaso d'AquinoProf. Piero Vassallo
Former redactor of Cardinal Siri’s theological review RenovatioProf. Arnaldo Vidigal Xavier da Silveira
Former Professor at the Pontifical University of São Paulo, BrazilMons. José Luiz Villac
Former Rector of the Seminary of Jacarezinho
(1) Proposiciones traducidas en la nota 7
1). «Una persona justificada no tiene la fuerza, con la gracia de Dios, para seguir las exigencias objetivas de la ley divina, como si cualquiera de los mandamientos de Dios fuera imposible para los justificados; o como significando que la gracia de Dios, cuando produce la justificación del individuo, no produce invariablemente, y de su propia naturaleza, la conversión de todo pecado grave, o no es suficiente para la conversión de todo pecado grave».
2). «Los católicos que han obtenido el divorcio civil del cónyuge con el cual están válidamente casados y han contraído un matrimonio civil con alguna otra persona durante la vida de su cónyuge, y que viven more uxorio con su pareja civil, y que eligen permencer en este estado con pleno conocimiento de la naturaleza de su acto y con pleno consentimiento de la voluntad del acto, no están necesarimente en un estado de pecado mortal, y pueden recibir la gracia santificante y crecer en la caridad».
3). «Un creyente católico puede tener pleno conocimiento de una ley divina y elegir violarla voluntariamente en una materia grave, pero no estar en un estado de pecado mortal como resultado de este acto».
4). «Una persona, mientras obedece una prohibición divina, puede pecar contra Dios por medio de este mismo acto de obediencia».
5). «La conciencia puede juzgar verdadera y correctamente que los actos sexuales entre personas que han contraído un matrimonio civil entre sí, aunque uno, o ambos, esté sacramentalmente casado con otra persona, a veces pueden ser moralmente correctos o reclamados o incluso mandados por Dios».
6). «Los principios morales y las verdades morales contenidos en la revelación divina y en la ley natural no incluyen prohibiciones que condenan absolutamente ciertos tipos de actos, porque son siempre gravemente ilícitos a causa de su objeto».
7). «Dios, Nuestro Señor Jesucristo quiere que la Iglesia abandone su antiquísima disciplina de denegar la Eucaristía a los divorciados y nuevamente casados, y de denegar la absolución a los divorciados y nuevamente casados que no expresen ninguna contrición, ni el propósito firme de enmendarse de su actual estado de vida».