(Gaudium Press/InfoCatólica) El obispo de Bangassou, en la República Centroafricana, denunció la muerte de 50 personas en una misión católica en Gambo, a 75 kilómetros de la sede de la diócesis, informó la Agencia Ecclesia ayer:
«Degollaron a varios hombres y niños. Está todo muy tenso», declaró Mons. Juan José Aguirre.
La carnicería de Gambo fue divulgada después que, durante la Audiencia pública semanal realizada el último miércoles, el Papa Francisco haya denunciado la «violencia homicida» contra los cristianos que viene siendo repetida insistentemente en la República Centroafricana.
El denunciante, Mons. Juan José Aguirre, misionero comboniano, al hacer su acusación, indica también la confrontación existente entre las milicias «anti-balaka», compuesta por cristianos, y los «seleka», musulmanes, que es agravada aún más por la intervención de soldados egipcios de las fuerzas coordinadas por la ONU en la Misión de las Naciones Unidas para la Manutención de la Paz en la República Centroafricana.
Mons. Aguirre relata que «Los soldados egipcios de la MINUSCA expulsaron a los anti-balaka, lo que favoreció el regreso de los seleka que aprovecharon para vengarse degollando algunas decenas de personas».
Todavía refiriéndose a la situación en su Diócesis, el Obispo considera la situación «muy grave», alertando que la misma «tendrá mucho eco en Bangassou», donde «mitad de la población» ya fue obligada a huir y que algunas casas religiosas fueron saqueadas.
En mayo, el obispo de Bangassou, Mons. Juan José Aguirre, fue rescatado de los guerrilleros por los comandos portugueses que están al servicio de las Naciones Unidas en la República Centroafricana.