El principal líder del Partido Comunista Chino a cargo de la religión ha dejado claro que Pekín tiene la intención de mantener un control estricto sobre la Iglesia Católica.
Yu Zhengsheng, miembro del Comité Permanente del Politburó de siete miembros de la élite y presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, exigió «asegurarse de que el liderazgo de la Iglesia Católica en China esté firmemente en manos de aquellos que aman la nación y la religión».
Yu habló a cerca de 100 obispos, sacerdotes, monjas y líderes laicos en el Gran Salón del Pueblo en Beijing el 19 de julio en un evento conmemorativo del 60 aniversario de la Asociación Católica Patriótica China. Sus comentarios los hizo en medio de las continuas conversaciones entre Pekín y la Santa Sede sobre la normalización del nombramiento de los obispos, el primer paso en un camino que podría conducir al establecimiento de relaciones diplomáticas.
Pero las negociaciones parecen haber disminuido su avance en los últimos meses debido a un impasse sobre el destino de un conjunto de obispos nombrados por Beijing.
Durante su discurso, Yu también animó a los líderes de la Iglesia a «insistir siempre en dirección de la sinicización de la religión».
El evento principal fue precedido por una ceremonia presidida por Wang Zuoan, director de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos. Wang celebró los resultados de la Asociación Patriótica en los últimos 60 años, señalando que la organización ha recorrido el camino de la adaptación a una sociedad socialista y los principios de independencia y autogestión, informó ucanews.com.
La Asociación Patriótica fue establecida el 2 de agosto de 1957 por el Congreso Nacional de Representantes Católicos, una organización que también responde a Beijing, no al Vaticano. El gobierno afirmó que la asociación patriótica es un «puente» entre la Iglesia y el gobierno.
El Vaticano no reconoce los tres cuerpos de la iglesia nacional y considera la Asociación Patriótica como incompatible con la doctrina de la Iglesia, porque su constitución aboga por el principio de una iglesia independiente.
El establecimiento de la asociación patriótica también dividió a 10 millones de católicos en China. Los que se mantuvieron fieles a Roma en la llamada comunidad clandestina de la Iglesia rechazó la organización, y muchos obispos, sacerdotes y laicos han sido apresados y torturados por ello. Ucanews.com reportó que muchos laicos desprecian la Asociación Patriótica por su control sobre la Iglesia y el supuesto uso indebido de las propiedades de la Iglesia.