(Catholic Herald/InfoCatólica) Obianuju Ekeocha, fundadora de Culture of Life Africa, un grupo pro-vida radicado en el Reino Unido, ha denunciado que las naciones ricas que inyectan dinero en la promoción y pago de abortos en África se están comportando como «antiguos amos coloniales».
«Ninguno de estos países ha pedido dinero para ese tipo de "ayuda"», dijo a CNS.
«En todo mi trabajo con los países africanos, no conozco a ninguno que esté gritando `Ven y ayúdanos´, tenemos esta crisis del aborto», dijo Ekeocha, católica que tiene doble nacionalidad británica y nigeriana. «Pero muchos países occidentales, en este espíritu de supremacía cultural, todavía están tratando de imponer el aborto de esa manera»
Sus puntos de vista encontraron eco en el Dr. Anthony Cole, presidente de la Medical Ethics Alliance, grupo paraguas para las organizaciones médicas británicas que defienden la medicina que respeta el juramento hipocrático, que condena el aborto.
«La verdadera necesidad de las mujeres y sus bebés es una obstetricia más segura, especialmente en los países en desarrollo», dijo Cole, en un correo electrónico a CNS. «La constante petición de más anticonceptivos y, en caso de que no se usen, de la práctica de abortos ... no contribuye de manera significativa a proporcionar una atención segura durante el embarazo y el parto. La necesidad real en todo el mundo es de parteras formadas con el apoyo de otras parteras y obstetras», dijo.
Ekeocha, científica biomédica que vive en Worcester, Inglaterra, desde 2006, dijo que algunos africanos están utilizando fondos occidentales «para sobornar a los políticos».
El aborto «es contra la voluntad del pueblo», dijo. «Las encuestas muestran de manera abrumadora que los africanos odian el aborto, aborrecen el aborto, tanto mujeres como hombres. Ignorar la voluntad del pueblo es escupir ante el tipo de democracia que se supone que tenemos en los países africanos», dijo.
Ekeocha criticó al gobierno británico por co-organizar una Cumbre internacional de planificación familiar en Londres con la Fundación Bill & Melinda Gates y el Fondo de Población de los Estados Unidos.
El Departamento de Desarrollo Internacional de U.K dijo que la cumbre del 11 de julio apuntaba a impulsar el compromiso global de «garantizar que las mujeres y las niñas tengan acceso a los servicios de planificación familiar».
Priti Patel, secretario de Estado de Desarrollo Internacional de Estados Unidos, anunció el 11 de julio que Gran Bretaña aumentaría en 1.400 millones de dólares en los próximos cinco años el gasto en servicios de planificación familiar en el extranjero, incluidos los «abortos seguros».
Melinda Gates dijo a la cumbre que el control de la natalidad le daba poder a las mujeres y que estaba «profundamente preocupada» por la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de retirar fondos para la planificación familiar en el extranjero.
Canadá ha aumentado el gasto a $ 650 millones en un intento de compensar parcialmente la pérdida anual de $ 600 millones de la financiación estadounidense.
Chrystia Freeland, ministra de exteriores canadiense, ha recibido las críticas de los obispos canadienses por equiparar los derechos de las mujeres con el derecho al aborto y afirmar que estos derechos «están en el centro de la política exterior canadiense».
Ekeocha explicó a CNS que desde que Trump retiró fondos estadounidenses, Canadá se ha situado a la vanguardia de la exportación de abortos en el extranjero.
«Canadá ha tomado esa posición como el maestro colonial número 1 en el mundo», sentenció.
«Tienen que volver a la atención integral de la persona, en la que se piensa en los africanos no como personas que pueden ser colonizadas culturalmente e imponerles nuevas visiones y valores, sino como personas que tienen sus propios puntos de vista y valores. Lo que los africanos quieren más que nada es que las mujeres puedan dar a luz con seguridad ... en muchos de estos países no pueden ni siquiera obtener la atención sanitaria más básica», concluyó.