(ACN/InfoCatólica) Cristina, la niña cristiana que fue secuestrada en agosto de 2014 por terroristas del Estado Islámico en Qaraqosh en Irak, ha sido liberada en Mosul y ya está viviendo con sus padres en Erbil (Kursdistán iraquí), según han confirmado a Ayuda a la Iglesia Necesitada fuentes de la iglesia local.
La liberación se ha producido gracias a la colaboración de un musulmán que tenía a Cristina viviendo en su casa junto a sus diez hijos y su familia. En las últimas semanas el Ejército iraquí ha ido liberando distintos barrios de Mosul y según van quedando libres de los terroristas del autodenominado Estado Islámico los vecinos van recuperando un poco la normalidad.
Este hombre musulmán de Mosul en Irak, avisó a un amigo suyo cristiano que tenía alojada en su casa a una niña cristiana de la Llanura de Nínive. Y así se pusieron en contacto con la familia Jadear. Un tío de la pequeña fue hasta Mosul a identificar a la niña por la noche ante el miedo de que esta noticia fuera una nueva trampa de los terroristas.
En el momento de su secuestro Cristina tenía 3 años y ahora 6. Al parecer, ha olvidado el arameo (lengua que hablan los cristianos) y sólo se comunica en árabe. Cuando se encontró con su familia no reconocía a sus padres.
Cristina y sus padres viven ya juntos en un contenedor que tienen como casa a las afueras del barrio de Ankawa en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, en un centro de refugiados sostenido en gran parte por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Reencuentro de Cristina con su madre en Irak
El 22 de agosto de 2014, la familia Jadaar que se encontraba en su ciudad natal Qaraqosh fue obligada por terroristas del Estado Islámico de abandonar su casa y subirse a un autobús con la mentira de llevarles a un reconocimiento médico. En el autobús un miliciano le arrancó a Aida a su hija Cristina de sus brazos.
Aida le suplícó entre lágrimas que le devolviera a su hija, pero el terrorista le amenazó con matarla a ella y a toda su familia. Desde entonces no han sabido nada de la pequeña.
Su madre nunca perdió la fe en Dios durante estos tres años sin ver a su hija. «Creo y confío en Dios Padre. Para Él nada es imposible. Se que me la devolverá», asegura.
Según las mismas fuentes, como Cristina hay otras muchas niñas más, sobre todo yazidíes, que tras la liberación de los distintos barrios de Mosul, han empezado a ser liberadas y devueltas a sus familias.
La familia Jadear ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a todos los cristianos de muchas partes del mundo que conocían su historia y que han estado rezando por su hija durante estos tres años.