En el vídeo publicado por este diario online yemení, el misionero aparece visiblemente más delgado, hablando lentamente en inglés y sobre sus piernas tiene un cartón con una fecha escrita, que podría ser la fecha de grabación.
El P. Tom fue secuestrado el 4 de marzo de 2016 cuando un grupo de terroristas del Estado Islámico entraron en un albergue de ancianos y personas con discapacidad a cargo de las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen). Allí los terroristas asesinaron a cuatro religiosas, doce ancianos y secuestraron al sacerdote.
La Agencia de Informaciones Salesiana (ANS) precisa que aún está a la espera de que se verifique la autenticidad del vídeo.
En este el P. Tom agradece a su familia los mensajes de apoyo y ánimo que asegura haber recibido y también precisa que sus secuestradores le están tratando «razonablemente bien».
El sacerdote pide que se «haga todo lo posible» para que consigan su liberación porque aunque asegura que no recibe malos tratos, su salud «se está deteriorando rápidamente» e indica que probablemente necesite hospitalización.
Según informaciones publicadas por la ANS, en el vídeo el P. Tom Uzhunnalil parece desconocer los esfuerzos realizados por el gobierno y las autoridades políticas indias, especialmente por las del Estado de Kerala, así como de las autoridades eclesiásticas en el Vaticano y las de Arabia meridional, especialmente de la Iglesia Siro-Malabar, para obtener su liberación.
La Congregación Salesiana ha pedido «a toda la familia salesiana, a los cristianos y a todos los hombres de buena voluntad seguir rezando por el P. Tom Uzhunnalil» y lo ha confiado al cuidado maternal de María Auxiliadora.
La hermana Sally, única religiosa que sobrevivió al ataque en la residencia de ancianos en Aden (Yemen) donde secuestraron al sacerdote, aseguró que lo primero que hizo el P. Tom tras la irrupción de los yihaidistas fue «consumir la Santa Comunión que estaba en el tabernáculo para impedir que los agresores la tomaran».
La última prueba de vida del P. Tom ha sido este vídeo. Anteriormente, el 24 de diciembre de 2016, también se difundió otro vídeo en el que el sacerdote aseguró estar «muy triste y deprimido» y pidió a la Iglesia en la India y al Papa Francisco que buscaran su liberación».