(Actuall) Estados Unidos y Reino Unido han advertido a sus ciudadanos de que el grupo terrorista islámico Boko Haram podría intentar secuestrar a trabajadores humanitarios en el estado de Borno, en el norte de Nigeria, el más afectado por la insurgencia.
En su última actualización de recomendaciones de viaje sobre Nigeria, el Ministerio de Exteriores británico ha indicado que se han recibido «informaciones de que Boko Haram está activamente planeando secuestrar a trabajadores humanitarios occidentales en la zona de Bama, en el estado de Borno, en el eje Kumshe-Banki».
En este sentido, ha advertido de que existe un «riesgo potencial de secuestro en zonas donde hay presencia de Boko Haram, especialmente en el noreste de Nigeria», donde el grupo terrorista comenzó su actividad en 2009, si bien en los últimos años también la ha extendido a los vecinos Camerún, Chad y Níger.
Alerta de la Embajada de Estados Unidos
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Nigeria también ha emitido una alerta en el mismo sentido a sus ciudadanos. «La Embajada estadounidense ha recibido una información creíble de que Boko Haram está activamente planificando secuestrar a extranjeros que trabajan en el eje Kumshe-Banki, en la zona de Bama, en el estado de Borno», ha indicado en un comunicado.
«Revisad vuestros planes personales de seguridad y consultad las noticias locales. Mantenéos vigilantes y adoptad medidas adecuadas para reforzar vuestra seguridad personal», ha conminado la Embajada norteamericana, informa Europa Press.
Actualmente, hay 11 millones de personas necesitadas de ayuda en Nigeria y la cuenca del lago Chad como consecuencia de la insurgencia de Boko Haram, incluidos 2,3 millones que se han visto desplazados de sus hogares, en algunos casos hacia los países vecinos.
Además, se estima que unos 7 millones de personas -una de cada tres familias- se enfrentan a inseguridad alimentaria, siendo la situación especialmente grave en el noreste de Nigeria, donde existe riesgo de hambruna. En total, se calcula que hay unos 515.000 niños con malnutrición aguda severa. Para atender estas necesidades, la ONU ha pedido 1.500 millones de dólares para 2017.