(Diario de Cádiz/InfoCatólica) El diario editado desde la capital gaditana aseugra que las cifras no son definitivas, pero los centros públicos se ven impotentes ante las preferencias de la ciudadanía por la enseñanza concertada. Ambas, eso sí, sufren desde hace tiempo el descenso de la natalidad, aunque es algo que afecta más a la pública.
Los datos de las solicitudes registradas en los centros para Educación Infantil de 3 años revelan casos extremos. En dos colegios públicos, Andalucía y Adolfo de Castro, se han registrado cero solicitudes. Son centros situados en zonas económicamente deprimidas.
A las directoras de estos colegios no les ha sorprendido llegar a esta situación. Inma Llorens, del Andalucía, asegura que «se veía venir». Amparo Butrón, del Adolfo de Castro, dice que esto «se esperaba». A su juicio es asunto «de matemática pura, pues para realizar una oferta educativa hay que prever las cosas. Salen 1.075 plazas teniendo en cuenta que en 2014 nacieron poco más de 800 niños en la ciudad».
En relación a las escuelas concertadas, Butrón declara que no va a ir «en contra de nadie. Son empresas privadas que dan trabajo. La culpa no es de ellos, defienden su empresa. Mientras, a nosotros los funcionarios nos tiene que defender la administración pública».
La Junta ataca el derecho de los padres a elegir un centro católico
Varios centros de extramuros que han recibido menos solicitudes que las plazas que han ofertado están pendientes de lo que ocurra con el colegio concertado San Vicente de Paúl. A este centro la Junta de Andalucía le ha retirado para el curso que viene una de sus dos líneas de 3 años de Infantil.
El colegio, en desacuerdo con esta medida, ha recibido las solicitudes como si mantuviera las dos unidades, alcanzando las 56, seis por encima de las vacantes (50, que son 25 por cada línea). El centro ya ha anunciado que va a alegar ante esta decisión y que defenderá su derecho hasta las últimas consecuencias. De mantenerse en su postura la Junta, los 31 niños que se quedarían sin plaza tendrían que entrar en otros colegios, lo que sería bienvenido por los centros con escasez de alumnos. Por contra, si el centro consigue, por los cauces legales que estime oportuno, quedarse con las dos líneas, sólo tendrá seis plazas como excedente.