(Infocatho/InfoCatólica) Marwa sufre una infección que afecta a todo su cuerpo y que le impide respirar y comer por sí misma, de tal manera que está conectada a un respirador artificial y es alimentada por vía intravenosa.
Aunque los padres manifestaron su deseo de que la niña siguiera recibiendo tratamiento, el personal médico que la atiende determinó que la pequeña debía ser desconectada porque se estaba produciendo un encarnizamiento terapéutico.
Lo cierto es que la cría, tras estar en una situación de coma que parecía irreversible, consiguión despertar y ahora abre los ojos y mira a todas partes, siendo consciente de quienes la rodean, lo cual se hace especialmente patente cuando la visita su hermana gemela.
Para la abogada de la familia, Maitre Adeline Le Gouvello, la ley aprobada en febrero del año pasado en Francia puede facilitar que los médicos desconecten a los pacientes contra el criterio de sus familiares.
Le Gouvello asegura que «el hecho de que una institución pública haya querido desconectar a una niña viva en contra de la voluntad de sus padres, debe conmocionarnos» Y anade que «el Código Civil establece que los padres toman siempre las decisiones importantes sobre sus hijos. ¿Cómo no va a ser así cuando se trata de la decisión más grave, la misma vida del niño? ¿Cómo podemos imaginar qe se ponga fin a la vida de un niño en contra de los deseos de sus padres? ¿Y cómo podemos imaginar que se puede poner fin a la vida de un niño desde cualquier tribunal?