(ACI/InfoCatólica) El Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia, aseguró en España que poner a los fieles ante la verdad constituye «la mayor misericordia» ya que si esto no se hace se puede caer en el peligro de «ayudar a las personas a caer».
Así lo indicó el Purpurado italiano en su visita a la diócesis de Alcalá de Henares, en Madrid (España) para ofrecer algunas conferencias a laicos y sacerdotes sobre el perdón y la reconciliación.
En un encuentro con la prensa durante su visita, el Penitenciario Mayor aseguró que «la mayor misericordia es decir la verdad a las personas y ponerlas frente a la verdad de la fe y de los principios morales. Esto es una misericordia exquisita porque si uno no lo hace es cómo ayudar a las personas a caer».
Sobre la posibilidad de absolver el pecado del aborto por los sacerdotes
Preguntado sobre el perdón del aborto por parte de los sacerdotes que se ha extendido más allá del Año de la Misericordia que concluyó 20 de noviembre de 2016, el Cardenal Piacenza explicó que se tomó esta una decisión por la amplia difusión de este pecado en el mundo «por el gran desprecio de la vida y el consumismo a nivel sexual», pero no porque se trate de un tema «superficial».
De hecho, aseguró, «el Papa cuando habla del aborto lo siente como un drama grandísimo», de ahí su decisión de autorizar también a los sacerdotes y no solo a los Obispos a perdonarlo.
«El Papa ha querido ampliar esta posibilidad para que la gente que tenía este pecado dentro desde hace años pudiera ser exhortada a confesarse, a abrirse, a recibir la misericordia de Dios. La solución típica antes era a través del obispo o un penitenciario diocesano pero también en otras ocasiones se daba esta potestad a los párrocos en momentos especiales para que lo perdonaran», explicó.
Respecto al capítulo octavo de la Amoris Laetitia
El Cardenal Piacenza comentó luego que algunos párrafos de la exhortación Amoris laetitia «para quienes no están familiarizados con la teología del matrimonio, pueden suscitar algunos interrogantes«, pero insistió en que «no ha cambiado nada en la administración del sacramento de la penitencia, porque no se puede cambiar un sacramento».
De esta manera, dijo, «el Papa no ha querido hacer una revolución de los sacramentos» sino que se trata de «ayudar a concienciar al fiel a analizar bien su propia situación y también analizar bien si se cumplen las características para acceder a la absolución sacramental».
«En mi vida tan solo me ha sucedido en una o dos ocasiones no poder dar la absolución en la confesión, y no por temas matrimoniales, sino porque le faltaban las debidas disposiciones», subrayó.
«Normalmente la gente lo entiende si se le explica y de hecho lo aprecia porque ve que se toma en serio la confesión y a la persona. Se le puede ayudar animándole a que vuelva al confesionario, rezando juntos, ayudarle con consejos, y animándole a que asista a Misa porque eso le une a Dios y el Señor le hará comprender lo que es mejor. Hay situaciones que no pueden cambiar de repente, pero si se les acompaña poco a poco. Hay muchos recursos que el Señor pone a nuestra disposición».
«Muy a menudo la gente es más honesta de lo que pensamos y hay quienes pasaron por varios confesores, con ‘manga ancha’ o ‘manga estrecha’, pero al final acuden al que consideran en conciencia mejor. Y a veces es el que le da la solución más dura para ellos», afirmó el Penitenciario Mayor.
Cercanía de los sacerdotes
El Cardenal Mauro Piacenza fue durante los años 2010 al 2013, Prefecto de la Congregación para el Clero, por eso, antes de la reunión con los sacerdotes de la diócesis de Alcalá explicó a los periodistas la importancia de que «el sacerdote sea cercano al pueblo de Dios», porque se trata de algo que «está inscrito en el ADN del sacerdocio porque el sacerdote no lo es para sí mismo, sino para la gente».
También apuntó que esta cercanía es una característica que el Papa «siente mucho y lo subraya a menudo, porque es la esencia del ministerio sacerdotal por lo que, cuanto más cercano es al pueblo, más verdaderamente es sacerdote».
«Ser sensibles para ponerse a disposición (de los fieles) porque estar a disposición es estar cercanos. Hay quien hace una confesión perfecta, otros que solo necesitan desahogarse y después deciden confesarse; o que solo van a buscar un consejo», indicó.
Además, el Penitenciario Mayor destacó que cuando se expone el Santísimo «suceden maravillas», «ahí el Señor habla a la conciencia y ahí se construye la civilización del amor y la nueva evangelización, de ahí vienen después las obras».