(LifeSiteNews/InfoCatólica) El día de ayer el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, vetó un proyecto de ley que retiraba la financiación a la multinacional el aborto Planned Parenthood de sus fondos que no son de Medicaid.
El proyecto de ley que fue aprobado por la Cámara con una votación de 60-33 y por el Senado por 20-19 habría dado a los programas de salud que no realizan o promueven el aborto la financiación estatal prioritaria sobre las organizaciones que cometen abortos.
Los servicios no abortivos de Planned Parenthood pueden ser facturados a través de Medicaid, aunque los defensores pro-vida señalan que este dinero es fungible y ayuda a la organización centrada en el aborto.
Planned Parenthood twitteó que en el veto, McAuliffe afirmó que «la discriminación engendra odio y no vamos a tolerarlo aquí en la comunidad de Virginia», aunque no explicó cómo es discriminación el retirar fondos al negocio de los abortos.
Planned Parenthood es el mayor negocio de aborto en Estados Unidos y comete más de 300.000 abortos anuales. Todas las evidencias y estudios recientes demuestran que sus clínicas proporcionan solamente abortos, no cuidado prenatal.
Reacción de defensores pro-vida
«La Sociedad de Virginia para la Vida Humana (VSHL) no se sorprende de que Terry McAuliffe haya tomado partido hacia sus aliados en favor del aborto y ha demostrado durante los últimos cuatro años que Planned Parenthood y el lobby de aborto pueden depender de él para abandonar a las mujeres y a los niños por nacer», dijo Olivia Gans Turner, Presidenta de la Sociedad de Virginia para la Vida Humana.
«Ahora está demostrando que no le importa que los ciudadanos de Virginia no quieran que nuestros impuestos paguen por el aborto tampoco. Esta es una sólida evidencia de que Virginia necesita un gobernador pro-vida para respetar la acción de los funcionarios electos de Virginia y la voluntad de los pueblos de este estado».
El VSHL dijo que el proyecto de ley «fue diseñado para apoyar los programas estatales que realmente proporcionan a las mujeres con atención prenatal y otros servicios de salud que necesitan mucho Medicaid y para sacar a la Comunidad de Virginia del negocio del aborto».
Sorprendentemente McAuliffe se identifica como católico, y no es la primera vez que veta un proyecto similar.