(Religión Confidencial/InfoCatólica) Una mujer soltera de 50 años de la provincia de Alicante ha sido madre de dos gemelos gracias a que otra mujer griega le alquiló su útero. Este proceso fue gestionado por una empresa española que realiza estas técnicas fuera de España, ya que en nuestro país no está permitido. Según datos de esta empresa, desde finales de 2014, Grecia se ha convertido en el país de referencia en los procesos de maternidad subrogada dentro de la Unión Europea.
Los niños nacieron el pasado 15 de enero y en la actualidad se encuentran tramitando su regreso a España. Los bebés han sido inscritos en el Registro Civil español con absoluta normalidad gracias a que Grecia expide una sentencia judicial a todos los efectos.
El comunicado de dicha empresa explica con estos términos o eufemismos, en qué consiste la técnica: «El procedimiento de maternidad sustitutiva ha sido llevado a cabo con la participación de una madre gestante griega. El coste de todo el proceso ha ascendido a 90.000 euros. Con estos nacimientos son ya tres los bebés nacidos en Grecia por gestación subrogada tramitados por esta agencia española dentro de la Unión Europea».
En diciembre de 2015, un juzgado de Grecia fue pionero al aprobar el primer proceso de vientres de alquiler a favor de una pareja española. El contrato mercantil señala que la madre que alquiló su útero recibió una compensación económica por «las molestias y los gastos médicos ocasionados», pero no para lucrarse u obtener beneficio económico.
División en el PP
En este contexto, el Congreso del PP que se celebra este fin de semana, debatirá acerca de legalizar o no los vientres de alquiler en España. En declaraciones a Europa Press, la eurodiputada popular, Lourdes Méndez Monasterio, ha afirmado que mantiene «viva» su enmienda contra los «vientres de alquiler» para que se vote en el congreso del PP. Para ella y algunos otros diputados que le apoyan Luis Peral, Javier Puente y José Luis Sastre, esta técnica es una nueva forma de explotación que atenta contra la dignidad tanto del niño como de la madre, abusando del estado de necesidad en que se encuentran mujeres jóvenes en situación de pobreza.
El Papa Francisco ha denunciado estas técnicas. Voces internacionales en contra de los vientres de alquiler aseguran que es una industria que explota a las mujeres y pone en riesgo su salud.
Desde la Academia Pontificia para la Vida se ha denunciado los llamados «vientres de alquiler» porque el útero de la mujer no es un «producto comercial». Por lo general, el cliente es de un país rico y la madre «subrogada» es de una nación en vías de desarrollo. En India es una industria en auge, y está creciendo en Tailandia, Nepal y México. Pero también se ve en países ricos como EE.UU, señala Rome Reports.