(AsiaNews/InfoCatólica) El paso dado por los ulemas de Marruecos «es muy importante», ya que decidieron no «aplicar», literalmente, sino a «reinterpretar» la sharia, la ley islámica, adaptándolo al entorno actual. Esto es lo que le explicó el padre Samir Khalil Samir, un erudito jesuita sobre el islam de origen egipcio, al comentar la decisión del líder religioso del país del norte de África para eliminar la pena de muerte para los que abandonan el islam.
«Es una decisión muy inteligente - continúa el sacerdote - por otra parte, el mismo rey Mohammad VI de Marruecos es un hombre abierto y de gran cultura; su esposa, así, la princesa Lalla Salma, licenciada en ciencias de la computación, siempre aparece en público sin velo y esto es considerado en muchos círculos de un escándalo para la época actual».
En los últimos días, el Consejo Superior de Ulemas, la autoridad religiosa más importante del país, ha propuesto una nueva interpretación que involucra una fatwa del pasado, por la cual la «apostasía» debe ser castigada con la pena de muerte. En un documento titulado «La vida de los ulemas», los expertos islámicos proponen una nueva versión modificada de la «ridda», según la cual la «apostasía» se castiga con la muerte sólo si se coloca en el contexto de una traición «política».
En Marruecos, por lo tanto, no se castiga con la pena de muerte el cambiar a otra religión - aunque el alcance de la conversión sigue siendo un campo minado y el «proselitismo» castigado por la ley - sino más bien un «alineamiento» con el «enemigo» que pone en peligro la patria. Un ámbito político, en lugar de un elemento de fe.
En el texto difundido al final del encuentro los estudiosos musulmanes subrayan que «la interpretación más precisa y coherente» con la ley islámica y el ejemplo de Mahoma «es que la muerte del apóstata se refiere a aquellos que traicionan la Umma». Revelar los «secretos», agregan, que hace lo que la ley internacional define como «traición».
En declaraciones a AsiaNews el padre Samir, ex profesor de la Universidad de St. Joseph de Beirut y actual rector pro tempore del Pontificio Instituto Oriental de Roma, subraya la bienvenida a la «reinterpretación» del texto hecha por los ulemas de Marruecos.