(AsiaNews/InfoCatólica) Un joven de 15 años de Yunnan se quitó la vida ingiriendo un pesticida, debido al sufrimiento por el abandono y los abusos padecidos por parte de su padre en la noche de Fin de Año.
El «Chuncheng Evening Post» informa que el joven, cuya identidad no fue revelada, antes de ingerir la letal dosis de veneno, había dejado una dolorosa carta en la cual enumeraba las razones de su decisión extrema, dando cuenta de los años de sufrimiento vividos a causa de su padre, un hombre violento, un trabajador migrante, de un pueblo de la provincia de Yunnan.
«Cada noche de Fin de año me culpaban de todo y me gritaban…Papá cuando muera, estarás contento porque ya no te molestaré más», se lee en la nota.
En la carta, el muchacho narra los graves episodios de abuso a los cuales era sometido cada vez que el padre volvía a casa para la fiesta anual de la primavera. El joven creció con sus ancianos abuelos, ya que los padres eran trabajadores migrantes en una ciudad lejana, y sólo volvían a casa para las Fiestas.
«Ya no quiero ser un peso para ustedes, mamá y papá», escribe el joven de quince años.
La triste narración continúa y el joven revela que durante todo el año era abandonado por sus padres y que durante las vacaciones habría vivido un verdadero calvario, puesto que su padre descargaba sobre él toda su rabia y su frustración.
«Durante este Fin de Año y durante todo el año pasado -concluye el mensaje-, jamás tuve una buena jornada. El año pasado, mi padre me pegó y me gritó de todo, a causa de las cosas más banales. Por eso, me pasé todo el año llorando».
La noticia de la muerte del joven y el contenido del mensaje provocaron conmoción en toda China, donde el fenómeno del abandono de los menores por parte de los padres migrantes está muy difundido, sobre todo en las áreas rurales del país.
Contexto de la situación en China
Los bajos salarios, las pésimas condiciones de alojamiento y las prohibiciones de los gobiernos de las ciudades, hacen que la mayor parte de las veces sea imposible para los padres llevar consigo a sus hijos. Estos son comúnmente conocidos como los «niños abandonados», que la mayor parte del año no ven a sus propios padres, que buscan trabajo en las grandes ciudades de la costa.
El último informe del gobierno sobre las migraciones internas considera que en los campos de China hay casi 61 millones de «niños abandonados» - más de un tercio de ellos, menores de 17 años de edad-, pero estudios independientes indican que estas estimaciones siguen siendo bajas.
El abandono de los menores, cuyo número se acerca al de la población entera de Gran Bretaña, es un problema social de enorme envergadura en China y produjo innumerables tragedias que han perturbado a toda la nación.
Los niños, que a menudo son criados por los abuelos o en algunos casos simplemente abandonados, suscitaron una creciente atención por parte del público, dado que a menudo se suicidan, se involucran en episodios de violencia o de delincuencia juvenil, todo debido a la ausencia de una supervisión o control de algún adulto y por la falta del apoyo de una familia estable.