(Catholic Herald/InfoCatólica) La carta, titulada A Pledged Troth (Unos esponsales comprometidos), ha sido enviada a las 42 parroquias y comunidades parroquiales anglocatólicas de Estados Unidos. El obispo Lopes recuerda que para que los divorciados vueltos a casar puedan acceder a la comunión eucarística deben estar «comprometidos a la continencia completa».
El prelado anglocatólico indica a sus fieles que la indisolubilidad es parte de la naturaleza del matrimonio y asegura que los dogmas de la Iglesia «iluminan el camino de la fe».
En cuanto al a recepción de la Eucaristía, Mons. Lopes recuerda que los fieles deben confesarse de todos sus pecados mortales antes de poder comulgar y para ello deben tener la firme intención de no pecar, lo cual también se aplica al adulterio.
El obispo explica:
«Una pareja recasada civilmente que decide guardar castidad completa y por tanto se compromete a no volver a pecar, está en una situación muy diferente a una pareja recasada que no tiene intención de vivir en castidad por mucho que ésta sienta pesar por el fracaso de su primer matrimonio. En esta situación, no reconocen que su impureza, la cual es adulterio, es gravemente errónea, o no tienen intención firme de dejar de pecar»
Y añade:
«A menos que, o hasta que, los casados civilmente manifiesten honestamente su intención de abstenerse por completo de las relaciones sexuales, la disciplina sacramental no les permite el acceso a la Eucaristía»
Mons. Lopes reconoce que la resolución de no mantener relaciones sexuales en esas parejas no es fácil, pero recuerda que «Dios no nos abandona en nuestras debilidades y dificultades».
De igual manera, el obispo responsable del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro, advierte que no puede haber excepciones a las leyes morales absolutas. E indica que «la Palabra de Dios y la enseñanza autoritativa de la Iglesia son fuente de la verdad permanente para educar la conciencia».
El obispo cita el Catecismo para recordar a sus fieles que «la conciencia no es una ley en sí misma ni está por encima de la ley santa de Dios, ya que debe ser testigo de la autoridad de la verdad pero no crea esa verdad».
Tras recordar que la exhortación apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II no admite más excepciones para la comunión de los divorciados vueltos a casar que la del compromiso a la abstinencia, Mons. Steven Lopes pide que Amoris Laeitita sea protegida de aquellos que la usarán mal para promover prácticas no acordes con la enseñanza de la Iglesia.
Por último, Mons. Lopes recuerda que las diferencias de criterio dentro de la Comunión anglicana en relación a los divorciados, la contracepción y la homosexualidad han provocado la ruptura de esa comunión y su «rechazo de la Escritura, la Tradición y la razón». Y señala precisamente el hecho de que la comunión anglicana aceptó en su día dar de comulgar a los divorciados vueltos a casar.