(ACI/InfoCatólica) El científico Arvid Carlsson, Premio Nobel de Medicina en el año 2000 por sus estudios sobre los neurotransmisores, afirmó que los genes con los que toda persona nace han sido recibidos de Dios y que la religiosidad es la forma natural de vivir del ser humano.
«Hemos nacido con genes que nos ha proporcionado Dios. Esta es la forma natural de vivir: en una relación con Dios en la que se reza a Dios y se cree en Dios», dijo el laureado científico en declaraciones a ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI.
A pesar de reconocerse como «una persona que no tiene religión», Carlsson dijo tener «la mente abierta».
«Entiendo por qué hay tantas personas que tienen una religión. En realidad, forma parte de nuestros genes, por lo que tal vez seamos las personas como yo las que seamos un poco extrañas, desde ese punto de vista», afirmó. En ese sentido, «no sabría cómo definirme».
Respecto al carácter religioso del ser humano, dijo que «entiendo cómo sucede esto. Yo no soy una persona normal porque no tengo ese sentimiento religioso que, no obstante, considero normal. Es un problema mío. Se puede decir que es una forma mía de discapacidad».
Carlsson dijo también que en el tema de las religiones, «algunas presentan problemas, en particular el islam, como por ejemplo el asunto de las mujeres que no pueden estudiar».
«Cuando llegan a Suecia tienen siempre este problema y se ve cada día en los periódicos. Es terrible que muchas mujeres ricas en talento crezcan sin instrucción», lamentó.
«Debo decir que de entre las tres religiones monoteístas y su relación con la ciencia, sin duda el cristianismo es la mejor», resaltó.
Al ser preguntado sobre la capacidad de la mente humana para comprender el universo, el experto comentó que «es un asunto muy interesante. Cuando comenzó la vida, ¿Cuánta sabiduría había ya al inicio? No lo sabemos».
«Es posible que cuando la primera célula comenzó a existir ya hubiera ahí una profunda “sabiduría”, tal vez ya en aquellas pequeñas “criaturas cómicas”. Cuando apareció un individuo compuesto de más células, aquella “sabiduría” aún estaría presente en los genes, pero las diferentes partes de “sabiduría” se dividieron en células especializadas. En cualquier caso, hay una “sabiduría” que ya estaba presente desde el inicio».
Preguntado sobre lo que supuso el Premio Nobel para él, respondió que se trata de un incentivo para seguir trabajando: «tiene que servir para continuar estudiando con nuevas credenciales».
Los estudios del doctor Carlsson, uno de los neurocirujanos más importantes del mundo actual, nacido en Suecia en el año 1923, han aportado descubrimientos fundamentales en la búsqueda de tratamientos que ayuden a combatir las enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer.
Publicado originalmente en ACI Stampa, y traducido y adaptado por Miguel Pérez Pichel