(InfoCatólica) Mons. Elbs explica en la entrevista que le resulta indiferente si el supuesto permiso del Papa para la admisión a la comunión eucarística de los divorciados vueltos a casar está sólo en una nota a pie de página de Amoris Laetitia, porque en «el texto entero se respira la idea de que cada individuo encuentra en su conciencia la forma de abordar sus decisiones en la vida».
El prelado austriaco reconoce que en el sínodo hubo mucha discusión al respecto y reitera la tesis de algunos obispos centroeuropeos, que consideran que la postura de la Iglesia en África y Asia viene dada por cuestiones culturales: «La situación en África o Asia es completamente diferente a la de Europa... en África no interesan cuestiones como la homosexualidad o el divorcio. Allá hay hambre, emigración, las mujeres son violadas y abusadas.... el Papa habló de la inculturación y dijo que había que tener más en cuenta las situaciones de que cada región».
Ante la posibilidad de que haya tensiones en la Iglesia por ese motivo, debido a la falta de simultaneidad en la praxis pastoral, Mons. Elbs asegura que ese puede ser el precio a pagar.
Preguntado si es irreversible la concesión de la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar, el obispo responde que sí y añade que es lo que muchos pastores llevan tiempo haciendo, al mismo tiempo que opina que no deben darse reglas fijas al respecto.
Mons. Elbs, tras asegurar que la familia, en el contexto de los cambios habidos en las últimas décadas, es el lugar donde la gente crece y se fortalece y también donde las personas deciden vivir juntas, responde con un «sí» a la pregunta de si eso es igualmente válido para los homosexuales.